Pew Research Center (PRC) ha publicado los resultados de una gran encuesta realizada por varios países de Europa Occidental preguntando sobre las creencias y prácticas religiosas en los diferentes países. En total, 24.000 encuestas que se realizaron a mediados de 2017, momento en el que la inmigración emergió como un tema relevante.
La inmigración se convirtió así en un tema central en varios procesos de elecciones en algunos países europeos y así en Alemania, Francia o el Reino Unido, los partidos populista y antiinmigración cuestionaban el lugar de los musulmanes en sus países. También sobre el tema se ha preguntado en la cuesta para ver la relación entre creencias y prácticas religiosas y su relación con la inmigración.
Del estudio de PRC se deducen tres grupos de personas entre los encuestados, más un cuarto que todavía no alcanza el peso de los otros: cristianos practicantes, cristianos no practicantes y población sin religión. El cuarto grupo es la población de otras religiones, pero que la encuesta no toma en consideración. Aquí el resumen en español.
El estudio muestra que la mayoría de los europeos occidentales se sigue identificando como cristiano, aunque pocos acuden a la iglesia con regularidad. El 91% de los adultos encuestados está bautizado, el 81% ha sido criado como cristiano, el 71% se considera cristiano (practicante o no), y sólo el 22% se considera cristiano practicante -que acude a servicios religiosos al menos una vez al mes-.
Por lo tanto entre los tres grupos el de cristianos no practicantes constituye el grupo con mayor porcentaje en la región. En todos los países, excepto en Italia, es mayor el porcentaje de los no practicantes que el de practicantes. Los finlandeses son el grupo de cristianos no practicantes más numeroso (68%), seguido de Dinamarca y Reino Unido (55%). El grupo de cristianos practicante más numeroso es el de Italia (40%), seguido de Portugal (35%) o Irlanda (34%). Y entre la población sin religión destaca Países Bajos con el 48% de la población adulta, seguido de Noruega (43%) y Suecia (42%).
El aumento de las personas sin religión ha coincidido con la caída de la proporción de cristianos y los países donde más ha caído el porcentaje de personas que se fueron educadas en el cristianismo (Bélgica, Noruega, Países Bajos, España y Suecia), son los mismos países donde más ha crecido el número de personas sin religión.
Aunque curiosamente la tendencia descendiente en el número de personas que se identifica como cristiana y que ahora se define como persona si religión ha sido rápida en algunos casos, como Bélgica, Finlandia, Irlanda, Países Bajos, Portugal y España, mientras que en el resto el descenso es muy tenue, lo que muestra que en algunos países esa caída se ha detenido, aunque no se sabe si por una mayor sentido de identidad ante el auge de la inmigración o simplemente por un mayor fortalecimiento en sus creencias de determinadas minorías.
El porcentaje de personas sin religión, compuesta por ateos, agnósticos o quienes no tienen ninguna religión en particular es dispar entre los diferentes países estudiados, y va desde un 48% en los Países Bajos al 15% de Irlanda, Italia o Portugal, siendo mayor el porcentaje de quienes declaran no tener una religión que quienes se consideran ateos o agnósticos.
El estudio muestra las causas esgrimidas por quienes han dejado de considerarse cristianos y ahora dicen no tener religión -la mayoría fue educada en el cristianismo- y la mayoría aducen que simplemente «se han distanciado gradualmente de la religión«, y luego hablan de estar en desacuerdo con la postura de la iglesia en asuntos sociales como la homosexualidad o el aborto.. Por último, otra de las razones mayoritarias es debida a los escándalos en los que se han visto involucrados las iglesias y los líderes religiosos.
Estos tres grupos también presentan una respuesta distinta ante cuestiones sobre sus creencias o su respuesta ante determinados temas pese a la importancia de la identidad cristiana. Así por ejemplo, para muchos de los cristianos no practicantes Dios no es tal y como se «describe en la Biblia», aunque una mayoría tiende a creer en un poder superior o una fuerza espiritual, mientras que para los creyentes practicantes Dios es como el descrito por la Biblia. Por su parte, los que no tienen religión -que incluye a ateos y agnósticos- no creen en ningún tipo de poder superior.
En España, por ejemplo, entre los cristianos no practicantes solo el 21% creen en el Dios de la Biblia, mientras que el 60% manifiesta creer en un poder superior.
Al ser preguntados sobre su opinión sobre las iglesias y las organizaciones religiosas, los cristianos no practicantes suelen hablar más positivamente que negativamente sobre ellas, sabedores del servicio que prestan a la sociedad ayudando a los pobres. Los cristianos practicantes las ven como mejores ojos, mientras que los que no tienen religión las perciben más negativamente.
Los europeos sin religión son quienes expresan opiniones menos negativas sobre los inmigrantes, así como sobre musulmanes y judíos, mientras que los cristianos practicantes son los más proclives a hacerlos, y después los cristianos no practicantes. En ese mismo orden se encuentran a la hora de manifestar sus opiniones nacionalistas siendo los cristianos practicantes los más nacionalistas y en menor porcentaje los cristianos no practicantes y los que no tienen religión. Tampoco sorprende que al ser preguntados sobre si están a favor del aborto o el matrimonio homosexual, los que no tienen religión se muestran mayoritariamente favorables, mientras que los cristianos practicantes son quienes muestran un mayor rechazo. Pero es llamativo que entre los cristianos practicantes hay un apoyo importante, e incluso en algunos países, un apoyo mayoritario al aborto legal y el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Este apoyo mayoritario al aborto es también llamativo porque también se preguntó a los encuestados sobre si la ciencia hace innecesaria a la religión. La mayoría de quienes no tienen religión, y que por lo tanto apoyan mayoritariamente el aborto, consideran que la ciencia hace que la religión sea innecesaria en la vida. Pero para el aborto dejan la ciencia de lado, pues ésta, cada año que pasa, muestra con más claridad que en un embarazo el feto es un ser humano desde su concepción. Pero claro está, es más cómodo dejar la ciencia de lado. Entre los cristianos no practicantes la afirmación de que la ciencia hace la religión innecesaria la comparten un 25% de media, y el porcentaje baja más entre los cristianos practicantes.
Ese mismo orden es el que se da al ser cuestionados por el papel que desempeñan las iglesias y las organizaciones religiosas. Para las personas sin religión, las iglesias hacen una labor importante en un 40%, de media. Ese porcentaje crece entre las personas cristianas no practicantes hasta cerca de un 70% y todavía es mayor entre los cristianos practicantes.
Uno de los aspectos más debatidos actualmente es el papel de la inmigración, especialmente musulmana, y los posibles conflictos que eso genera. En una primera observación la mayoría de los europeos manifiestan estar dispuestos a aceptar a musulmanes en sus vecindarios y la mayoría rechaza afirmaciones negativas. Aunque la encuesta muestra que el rechazo es mayor entre los cristianos practicantes y los no practicantes, en ese orden, que quienes no tienen religión. Otro elemento que surge es que la identificación con la derecha política también se vincula con estas posiciones contra la inmigración. Pero en el fondo muestra la lucha entre el multiculturalismo y el pluralismo cultural, entre quien considera a todas las culturas iguales e igual de buenas y por lo tanto hay que aceptarlas con todo lo que ellas traen porque quién es nadie para examinarlas, y quien considera que hay muchas culturas, y que en este caso, las culturas que llegan, no deben ser aceptadas con todos sus elementos, sino que deben ser criticadas y se debe rechazar todo aquello que va contra los derechos de las personas. Y por desgracia que parece que para los europeos sin religión ese multiculturalismo ha consistido en aceptar todo lo que viene de fuera sin ningún tipo de crítica.
¿Y cuál es la radiografía de España? En nuestro país las personas que se declaran sin religión son ya el 30%, habiendo caído un 13% en 12 años las personas que se declaran creyentes (del 76% al 63%). Esto coloca a España cerca de los países con un mayor índice de secularización como son Países Bajos (48%), Noruega (43%), Suecia (42%) o Bélgica (38%). Y ese proceso de secularización en España se ha dado desde educación cristiana ya que el 92% fue educado en el catolicismo y en esa misma proporción fueron bautizados.
Pero además, entre los católicos practicantes -que acuden al menos una vez al mes a la iglesia- el 49% de ellos se manifiesta a favor del aborto legal y el 59% a favor del matrimonio entre homosexuales, lo que muestra también el desvarío doctrinal que sufren muchos que se consideran católicos. Uno de los motivos más citado en España para alejarse de la Iglesia -el 74% de los que han abandonado la Iglesia- es el «escándalo en el que está involucrada la institución y los líderes religiosos», aunque el 70% de los que no tienen religión en España creen que la labor asistencial de la Iglesia en España es importante.
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