Quién se lo iba a decir a Rita hace unos años: ella debatiendo en el Club Siglo XXI y sus aprendices de Contrapoder a la misma hora tratando de boicotear una conferencia sobre el aborto en la Universidad Complutense. Del activismo de estética diabólica al glamour del debate sobre moqueta.
Quizá la noticia más destacada del enésimo escrache -acoso es más apropiado- de los cachorros de la extrema izquierda en la facultad de Derecho de la Complutense es la que venga dentro de unos años: que en el asalto participó un cargo de Podemos tal y como Rita Maestre, semidesnuda, lo hizo en la profanación de la capilla del campus de Somosaguas en 2011.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraNo sabemos si una acción así es valorada en Podemos con rango de máster en Harvard, pero la realidad es que lejos de suponer un obstáculo en su carrera política, la actual portavoz del ayuntamiento de Madrid en ningún momento ha visto peligrar su puesto municipal -¿dimitir dice usted?- a pesar de estar imputada por la Justicia.
El doble rasero -quizá ya sólo haya uno- de los guardianes de la moral forjó rápidamente el discurso que eximía a Rita de dimitir y que, en realidad, la convertía a ella en la víctima de toda la historia. El respaldo de la izquierda política y mediática («¿Juicio a una activista o a una generación?», tituló Elvira Lindo en El País), venía a decir que asaltar una capilla en sujetador es lo menos que se puede esperar de una juventud comprometida.
Rosa Díez, víctima de Contrapoder
Recogiendo el legado de Maestre, en la tarde del lunes varias decenas de jovenes -en su mayoría mujeres- de las asociaciones universitarias Contrapoder y La Caverna irrumpieron en la facultad de Derecho de la Complutense para tratar de boicotear una conferencia provida sobre el aborto. Los jovenes feministas de extrema izquierda profirieron gritos como «fuera la Iglesia de la universidad», «mi cuerpo, mi vida, mi forma de follar, no se arrodillan ante el sistema patriarcal» o «fuera fascistas de la universidad».
Por mucho que la Rita de hoy trabaje la pose de chica buena, hace unos años ella formaba parte de la misma turba que ayer asaltó Derecho para impedir que otros ejerzan su libertad de expresión
Desde luego, ni estos gritos ni los intentos de reventar un acto contrario a sus principios son nuevos en la forma de actuar de estas asociaciones arraigadas en la facultad de Ciencias Políticas de la Complutense. Sí, Pablo Iglesias fue uno de los fundadores de Contrapoder y Errejon uno de sus más ilustres seguidores. ¿Acaso nadie recuerda cuando el líder de Podemos y su discípulo más aventajado reventaron una conferencia de Rosa Díez en la facultad?
Sería un error, sin embargo, presentar estos hechos como actos cometidos por jovenes radicales en tanto que excesos de juventud. Detrás se esconde una ideología -la marxista- que no aspira a ganar el debate al enemigo, sino a impedir el debate por asfixia ideológica. ¿Alguien recuerda que una turba boicoteara la conferencia de Evo Morales o la del proetarra Sabino Cuadra en la facultad de Ciencias Políticas?
De casta le viene al galgo, y por mucho que la Rita de hoy trabaje con entusiasmo la pose de chica buena en lugares tan del sistema como el Club Siglo XXI, lo cierto es que hasta hace unos años ella formaba parte de la misma turba que ayer asaltó Derecho para impedir que otros ejerzan su libertad de expresión.