Suecia ha abierto su primer ‘cementerio ateo, desnudo de todo símbolo religioso, para satisfacer a su enorme y creciente poblacion de no creyentes.
Suecia es el país menos religioso de Occidente, con casi un 80% de la poblacion definiéndose como «no religioso» o «ateo convencido», según el último estudio realizado por WIN/Gallup International.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEl país es un poco como un museo de los delirios modernos, con su feminismo desaforado, su fantasía de superar los géneros (¿degenerada?) y el odio masoquista de su propia cultura en favor de la de cualquiera que acabe de llegar al país.
Pero es también, en un sentido, el dickensiano ‘Fantasma de la las Navidades Futuras’ para todo Occidente, lo que nos espera en nuestra huida enloquecida por la cuesta abajo de la locura progresista.
La absoluta desesperanza es un ingrediente esencial en una sociedad como la sueca con la nada después de la muerte
Y la absoluta desesperanza es un ingrediente esencial, la nada después de la muerte que, teniendo en cuenta un universo sin explicación ni sentido, también es la nada antes.
Josef Erdem, el tipo que ha tenido esta brillante idea, originario del Kurdistán, asegura que su proyecto es que la gente «decida por sí misma cómo quiere que sea su tumba», pero en la práctica quienes quieren una cruz se hacen enterrar en cualquier otra parte.
Y ahora el nuevo cementerio tiene una estricta política que prohíbe toda simbología religiosa de cualquier tipo.
Erdem señala que compartió con amigos -algunos de ellos creyentes- su idea y que la respuesta ha sido abrumadoramente positiva. El cementerio está aún vacío, pero algunos residentes de la zona ya han mostrado su interés de ser enterrados allí.
Lo curioso -o lo sangrante- es que corresponde a la Iglesia de Suecia (protestante) ocuparse del mantenimiento del lugar, situado en Borlänge, en el centro del país escandinavo.
Suecia ha sido oficialmente luterana desde el siglo XVI, y hasta el año 2000 esa era la iglesia oficial estatal.
Pero si la práctica del cristianismo registra sus niveles históricos más bajos, la asistencia a la mezquita no para de subir gracias al continuo flujo de inmigrantes procedentes de países islámicos en los últimos años.
En el cementerio se prohíben los símbolos religiosos, pero el Gobierno ha aprobado el despliegue de la bandera del Califato Islámico
La inmigración masiva -Suecia es el país más hospitalario del mundo con los refugiados- ha transformado radicalmente muchas ciudades suecas, incluyendo la aparición de numerosas ‘zonas prohibidas’ donde la policía apenas se atreve a entrar y donde en la práctica no rige la ley sueca. El Gobierno está perdiendo el control de una parte creciente de su territorio.
Quizá sea por eso que, igual que en el cementerio de Borlänge están prohibidos todos los símbolos religiosos, el Gobierno sueco ha aprobado recientemente, en cambio, el despliegue de la bandera del Califato Islámico.