Cruda realidad / Escupiendo al Cielo

    Si hubo un ‘Je suis Charlie Hebdo’, con más razón debe haber una ‘Je suis María’. Ahora atacada y, siendo Madre de los Desamparados, ella misma desamparada. Porque no hablamos de un símbolo, sino de una persona real, de carne y hueso.

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    La Asociación Endavant, Organización Socialista de Liberación Nacional, ha vuelto con el juego preferido de estos activistas tan transgresores y audaces que se complacen en buscarles las cosquillas, precisamente, a la única religión que obliga a ofrecer la otra mejilla.

    Para quienes hayan tratado lo bastante a estos personajillos no será raro descubrir que se han hundido un poco más en la vileza. El otro día, un musulmán, al grito de ‘Alá es grande’, la emprendió a tiros en un club gay de Florida, matando a cincuenta e hiriendo a otros tantos, pero no hay temor a que vayamos a ver desfilar imanes besándose o carteles representando a Mahoma en una posición impropia.

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    «Contra la sagrada opresión», se lee en el cartel blasfemo, aunque es difícil que nadie pueda sentirse oprimido por la Iglesia hoy. Naturalmente, es un pataleo de niñatos malcriados y narcisistas deseosos de llamar la atención.

    ¿Vais a escupir a Cristo? Ya lo hicieron, pero de verdad; y ¿a quién creéis que atacáis cuando atacáis a María?

    Nuestra fe parece hecha para frustrar a los blasfemos. Escupir al cielo fue siempre idiota, pero en otras religiones podría tener cierta retorcida grandeza estética, alguna diabólica valentía, al atacar lo poderoso y fuerte. No en el cristianismo. La historia de nuestra Salvación es una prolongada blasfemia, nuestro símbolo -la cruz- es la suprema blasfemia, santificada por esa maravillosa paradoja que es nuestra redención.

    ¿Vais a escupir a Cristo? Ya lo hicieron, de verdad. ¿Os hace sentir muy valientes emprenderla con este cuerpo macerado en el dolor, atravesado, molido a golpes? ¿Despreciar al despreciado?

    Y ¿a quién creéis que atacáis cuando atacáis a María? ¿Qué se siente, vosotros que vais de defensores de los débiles y humildes, burlándoos de una pobre mujer de pueblo que acaba de perder a su único hijo? ¿Qué cara se os queda, creáis en lo que creáis?

    Yo no puedo decir JeSuisMaria, aunque me una a la iniciativa. Prefiero recordar que Ella es ahora venerada y Reina de Todo lo Creado porque un día fue, y sigue siendo, una de los nuestros.

    ¿Saben quién estará para ello, quién habrá olvidado todos los escupitajos y bofetadas para protegerlos y acogerlos?

    El mundo -basta leer un libro de historia- se mueve a bandazos y pasa siempre de un extremo a su contrario, dejando libre el punto medio. De igual modo, ha pasado de condenar con durísimas penas la sodomía -lo siento, pero hasta finales del XIX no se inventó la palabra ‘homosexual’- a ponerle un altar a los gays y pintarles con los colores de ángeles.

    Pero el péndulo no se detiene, y de los empachos vienen los ayunos. Nadie conoce el futuro, pero si el pasado es indicación, no sería imposible que del hartazgo de todo los LGBT se pase a una reacción contraria.

    Y, ¿saben quién estará ahí para los gays, las lesbianas y los bisexuales, quién habrá olvidado todos los escupitajos y bofetadas para protegerlos y acogerlos? La Iglesia. Y, por supuesto, su madre, la Virgen.

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