Decía el santo Juan Pablo II, con esa voz potente que hacía conmoverse hasta a las piedras, que “decir España es decir María”. Desde su primer viaje hasta su emocionante despedida en la plaza de Colón de Madrid en 2003 se refirió a nuestra amada Patria como “tierra de María”. Y es que un pontífice polaco, experto en santa Teresa y san Juan de la Cruz, percibía con claridad que la devoción mariana formaba parte del ADN español.
El Pilar, Covadonga, Guadalupe, El Rocío, Rosario, Begoña y los innumerables nombres que los hispanos damos a la Madre de Dios reflejan la devoción que le profesamos. La Virgen María se hace presente -en carne mortal, como dice la tradición- a un desanimado apóstol Santiago en Zaragoza, Colón llega a tierras americanas un 12 de octubre (festividad de Nuestra Señora del Pilar) y Juan de Austria le para los pies a los turcos (evitando la dominación islámica de Europa) un 7 de octubre (fiesta de Nuestra señora del Rosario). Y siglos antes de que la Iglesia proclamara el dogma de la Inmaculada Concepción de María los visigodos de la península ibérica ya defendían la “purísima Concepción de María”.
Nuestros artistas -conocidos y anónimos- han pintado y representado a María sobre lienzos, maderas, cartones, en piedra, en arcilla y en madera. No hay pueblo de España que no tenga su Virgen, más modesta, más adornada, románica, gótica, contemporánea o de estilo no identificado. Pero es la Virgen.
No son pocos los españoles bautizados que han dejado de practicar la fe católica. Pero no dejan de acudir a El Rocío, a la basílica del Pilar o a la ermita de su pueblo el día de la Virgen. Y muchos adultos -hechos y derechos- llevan en su cartera, la imagen de la Virgen que le regaló su madre o que le dieron en el colegio cuando hizo la Primera Comunión.
La Virgen María forma parte de nuestra tradición y es objeto de devoción en todos los rincones de nuestra querida Patria
Sólo hay que entrar en Youtube para ver cómo hombres y mujeres de todas las edades se conmueven ante el paso de la Virgen de los Dolores o de la Virgen al pie de la Cruz el Viernes Santo. Y como los costaleros se dejan la espalda por sacar a la Madre de Dios uno o dos días al año. Aunque no se acuerden de la Iglesia, ni de Dios ni de la Virgen en 364 días. Son los sentimientos religiosos, más o menos sinceros. Y que a mi no me corresponde juzgar. Sólo admirar. Eso es España.
En definitiva, la Virgen María forma parte de nuestra tradición y es objeto de devoción en todos los rincones de nuestra querida Patria. Este hecho explica que cuando escribo estas líneas más de 82.000 personas -en sólo cuatro días- hayan escrito al presidente de la Diputación de Córdoba para exigirle la inmediata retirada de un bodrio pictórico titulado ‘Maculadas sin remedio’ expuesto en una muestra supuestamente artística en la Galería de la Presidencia del Palacio de la Merced, sede de la Diputación de Córdoba, promovida por la Delegación de Igualdad y la Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí.
En definitiva, la gente -yo formo parte de la gente- , el “pueblo” (que diría la extrema izquierda) está hasta los mismísimos de que se utilice el dinero público -nuestros impuestos- para financiar basura que ofende los sentimientos más profundos de cada uno de nosotros. Nuestra fe, nuestra tradición. Lo que nos legaron nuestros padres. La devoción a la Madre de Dios a la que acudimos en los momentos más difíciles de nuestra existencia.
Por eso este viernes a las 13, 15 h la plataforma MasLibres.org entregará en la Diputación de Córdoba un total de 75. 000 firmas (ya hay casi 8.000 más) acompañada de los cordobeses que le quieran acompañar.
La buena noticia es que la gente ha dicho: ¡basta! Y que dos hermanos, José y Sole Serrano, propietarios de la explotación agrícola Fina Duermas, han rechazado un premio de la Diputación de Córdoba precisamente porque esta institución tiene expuesta una pintura vejatoria contra la Virgen María. Como ha contado Actuall, en un comunicado remitido por la empresa Finca Duernas, se afirma que “este tipo de manifestaciones hiere los sentimientos más profundos, no sólo de nuestros, sino de la mayoría de los ciudadanos de Córdoba y su provincia, como bien se puede ver con las continuas demostraciones de cariño a nuestra Madre la Virgen, en la multitud de romerías y actos marianos que se celebran”. Olé.
España necesita muchos hermanos Serrano. Personas que sacan adelante sus negocios con esfuerzo y que no están dispuestos a que venga una Delegación de Igualdad o un político de medio pelo a insultar a la Virgen y a menospreciar sus sentimientos religiosos con el dinero que ellos mismo -los Serrano- aportan a la Administración a través de los impuestos. ¡Bienvenidos a la Resistencia!
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