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Facebook censura un anuncio con la imagen de Cristo crucificado por ser “extremadamente violenta”

Cruz de San Damián.

Cruz de San Damián.

Si pensaba, querido lector, que ya había visto todo en ataques al cristianismo, Facebook todavía da mucho que hablar. La plataforma del judío multimillonario Mark Zuckerberg ha censurado la imagen de un Cristo crucificado para promocionar un programa de estudios sobre teología, catequesis y evangelización, según recoge The Washington Free Bacon.

La Universidad Franciscana en Steubenville, Ohio, ofrece este programa de estudios teológicos y quiso publicitarlo a través de la red social Facebook. Para ello, utilizó la imagen de la Cruz de San Damián, una cruz del siglo XII ante la cual rezaba, nada y más y nada menos, que San Francisco de Asís y con la que tuvo la visión mística en la que Cristo le decía “Francisco, Francisco, ve a reparar mi casa que, como puedes ver, está cayendo en ruinas”.

Según cuenta el gestor de redes sociales del centro educativo, recibió un aviso de rechazo al intentar publicarlo ya que incluía “contenido impactante, sensacionalista o extremadamente violento”. Si tenemos en cuenta, como hemos informado en Actuall, que la plataforma también censura a medios conservadores provida de base cristiana… es raro que todavía estas publicaciones no sean consideradas todavía como “fake news”…

Esta nueva generación de progresistas y hípsters parece que, de alguna manera, demandan que hasta Cristo sonría crucificado para ser políticamente correcto

En algo Facebook tiene razón y es que la imagen de Cristo crucificado es impactante, llamativa y extremadamente violenta. ¿Cómo no iba a serlo si murió para redimir los pecados de la humanidad ajusticiado por judíos y romanos? Llama la atención que uno de los acontecimientos más importantes de la Historia y el que marcó el comienzo de nuestra era sea ahora considerado por la red social como poco recomendable para el público.

George Carlin, un comediante estadounidense conocido por sus críticas al sistema político-económico vigente, señaló en 2005 poco antes de morir que cuando el totalitarismo llegue a EE. UU. será en “zapatillas Nike y camisas Smiley”. Esta nueva generación de progresistas y hípsters parece que, de alguna manera, demandan que hasta Cristo sonría crucificado para ser políticamente correcto.

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