En 2011, durante mi peregrinación a la última Jornada Mundial de la Juventud en Madrid, España, la última de su Santidad el Papa Emérito Benedicto XVI, adquirí un extraordinario libro titulado: La estupidez es pecado: Cien preguntas a Santo Tomás de Aquino, una entrevista por Hans Conrad Zander. El libro era un regalo para mi abuelo, quien falleció en 2015; Por esta razón, posteriormente, el libro regresó a mis manos.
El impulso de comprarlo se dio, además del atrayente título, porque en la contraportada del libro, en la parte donde describen al autor, explicaba: “Con humor y un estilo satírico sus obras ayudan a pensar el cristianismo en el contexto de la cultura actual». Me pareció un libro perfecto para mi abuelo (y posteriormente, para mí también).
El libro es bastante corto, 91 páginas divididas en 3 capítulos: “No te ocupes de lo que los demás hagan o digan” de cómo vivió y pensó Tomás de Aquino; La entrevista; y ¿Qué más hay para leer?
El objetivo de escribir sobre este libro fue exponer el pensamiento tomista, explicado a través de las palabras de Conrad Zander, para que nos sea de utilidad en los diferentes contextos que podamos aplicarlo hoy en día.
Me ocuparé entonces de un par de temas que me interesa exponer: Sobre el pecado y sobre la virtud, específicamente. En el segundo capítulo, la entrevista, Conrad Zander elabora sus preguntas alrededor de diferentes temáticas, las cuales responde a través de enunciados de Santo Tomás. Los enunciados fueron extraídos de los grandes textos escritos por el santo dominico. Las siguientes preguntas y respuestas fueron tomadas literalmente del libro en cuestión.
¿Qué es pecado? El pecado es un desorden del alma igual que la enfermedad es un desorden del cuerpo. Tomás de Aquino en Quaestiones Disputatae. De Malo 7,1.
El pecado, ¿solo es un desorden? ¿No existe el mal? En todo el mundo no hay nada que sea malo totalmente (totaliter). Tomás de Aquino en Summa Theologiae I, 103, 7, ad. 1.
¿Por qué permite Dios el pecado? Si Dios hubiera eliminado del mundo todo aquello que da al ser humano una ocasión de pecado, el universo hubiera permanecido incompleto. Tomás de Aquino en Summa contra Gentes III, 71.
¿Qué nos protege del pecado? Mientras un ser humano obra según la razón no peca. Por eso en la conducción de la propia vida el conocimiento es tan importante para la virtud, es causa de la virtud. Tomás de Aquino en De Virtutibus in communi, a. 6, ad. 1.
¿Cómo llega el ser humano a ser señor de sí mismo? La mansedumbre es lo que más hace al ser humano dueño de sí mismo. Tomás de Aquino en Summa Theologiae II, II 157, 4.
¿Cuál no es una verdadera virtud? Como dice San Agustín no es verdadera virtud la prudencia del avaro, que renuncia al disfrute para poder gozar del dinero. Santo Tomas en Summa Theologiae II, II, 23, 7.
Una virtud que tú valoras mucho es magnanimitas, que se podría traducir como grandeza de espíritu. ¿Qué significa esto en concreto? Las personas magnánimas buscan hacer cosas dignas de honor, pero sin estimar mucho los honores, de modo que no hacen nada improcedente para alcanzarlos ni los aprecian demasiado. Santo Tomas en Summa Theologiae II, II, 129, 2, ad 3.
¿Merece la pena ser bueno? Sí porque los buenos vuelven con gusto a su corazón. Tomás de Aquino en Summa Theologiae II, II, 25, 7.
Quizá el consejo que nos daría Santo Tomás de Aquino hoy por hoy, ante tanta confusión y desesperación que existe en la sociedad, sería justamente el título del primer capítulo, “No te ocupes de lo que los demás hagan o digan”, utiliza la razón para evitar la estupidez del pecado y potenciar la virtud; En la era que transitamos la estupidez no debería existir, y la virtud debería ser universal.
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