Dos asuntos de actualidad han merecido comentarios y puntualizaciones de nuestros lectores. La comparación que hizo Actuall entre Hillary Clinton y el guerillero de las FARC Timochenko; y la actitud de Antonio Guterres, nuevo secretario general de la ONU, ante el aborto.
Respecto de lo primero, una lectora, Libertad Olivo se sorprende que planteemos la siguiente pregunta: ¿Hay alguna diferencia moral entre Timochenko, Ternera o Hillary Clinton? http://www.actuall.com/democracia/cuidado-estos- asesinos-andan- sueltos/
En concreto la señora Olivo señala que no le parece bien que pongamos en el mismo plano a un gobernante democrático como la candidata Clinton a la Casa Blanca con un guerrillero como Timochenko.
Dice:
«Nos asombramos cuando se compara a esos salvajes, que no se arrepienten de sus actos, ni piden perdón, con una mujer como Hillary Clinton. Tema aparte es el aborto y la posición de ella, con el cual se puede o no estar de acuerdo, pero ese no es mi planteamiento hoy».
Aparentemente puede resultar exagerada la comparación. Es posible: obviamente no es lo mismo un terrorista con sangriento historial a sus espaldas, que una candidata a la Casa Blanca. Pero en el texto de la noticia, firmada por Pablo González de Castejón, se distingue claramente entre ejecutor y cómplice. No ponemos en el mismo plano penal (o legal) al terrorista colombiana y a la política norteamericana.
De Rodrigo Londoño Echeverri, alias ‘Timochenko’, actual líder de las FARC se recordaba en la noiticia su trayectoria delictiva (acusado, entre otros delitos, del asesinato del monseñor Duarte, el secuestro de ex congresista o un atentado contra una base militar); y que pesan sobre él 117 órdenes de captura y condenas que equivalen a 178 años de cárcel.
Hillary Clinton no ha secuestrado ni asesinado a nadie pero es cómplice de esa forma de genocidio que es el aborto
Hillary Clinton, por el contrario, no tiene cuentas pendientes con la Justicia, ni ha secuestrado o asesinado a nadie. Pero es cómplice de esa forma de genocidio que es el aborto. Es verdad que en EEUU está despenalizado, pero a nivel moral eso no significa gran cosa. También en la Alemania de las leyes de Nuremberg (1935), estaba despenalizada la esterilización de los deficientes mentales, pero moralmente es una atrocidad.
Discrepamos de la señora Olivo cuando dice que “tema aparte es el aborto”. O admitimos que es matanza de inocentes o no lo admitimos. Pero si lo admitimos, entonces la señora Clinton, gran aliada de Planned Parenthood, la mayor abortera del mundo (con 323.900 abortos, es decir uno cada 97 segundos), es cómplice de esa carnicería. Y no cabe hablar, por tanto, de «tema aparte».
Y la comparación que hemos hecho en Actuall entre la señora Clinton y terroristas como Timochenko o Josu Ternera no es de responsabilidad legal o penal sino moral.
En todo caso, además de éticamente rechazable, la venta de restos de fetos por parte de Planned Parenthood puede ser ilegal, ya que es delito en algunos Estados de la Unión. Y la que ahí estaría en el ojo del huracán sería Cecile Richards, su presidenta.
En tanto que la responsabilidad de Clinton es sólo moral. No hay que olvidar que Planned Parenthood apoyó la reelección de Obama, y que éste prestó posteriormente ayuda financiera a la multinacional abortera. Y la candidata es la gran aliada de Planned Parenthood.
En lo que sí se parecen Timochenko y Hillary es que ninguno de los dos se arrepiente. El primero de sus fechorías terroristas y la segunda de su apoyo a la matanza de inocentes.
La ambigüedad del católico Guterres con el aborto
Varios amables lectores, entre otros el portugués Nuno Guedes, nos indican por email, que la noticia sobre el nombramiento de Antonio Guterres como secretario general de la ONU contiene imprecisiones, respecto a su actitud ante el aborto.
Gustosamente incluimos sus puntualizaciones. En resumen son estas:
1) Guterres es católico prácticante y se ha pronunciado a favor de la vida y en contra del aborto por razones morales.
En 1997 dijo: «La cuestión del aborto es una cuestión eminentemente moral que cada uno debe juzgar según sus convicciones. De acuerdo con las mías, no tengo ninguna duda en decir que no soy partidario de la liberalización del aborto (…). Esta es una opinión de acuerdo con mis convicciones, con mi vida moral y con mis valores. Pienso que la vida es un valor extremamente importante que debemos preservar».
2) Y de hecho él se opuso cuando los socialistas propusieron legalizar el aborto, pero no pudo votar porque no era parlamentario. Posteriormente se celebró un referéndum en Portugal y Guterres apostó por el no al aborto, y en el referéndum de 2007 ganó la vida por un 1%, aunque más tarde otro referéndum legalizó el aborto. Entonces Guterres era alto comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas y evitó pronunciarse sobre el referéndum. Es decir, no defendió ni el Si ni el No. Y no volvió a pronunciarse sobre el particular.
3) A pesar de todo eso, hay que reseñar que cuando aún estaba en la oposición, votó en 1982 a favor de una propuesta comunista para despenalizar el aborto.
4) Respecto a la agenda LGTB, hay que destacar que cuando Guterres fue primer ministro el tema del matrimonio homosexual nunca estuvo sobre la mesa. Cuando sí está sobre la mesa es ahora que el portugués está al frente de Naciones Unidas, organismo proi-LGTB y pro aborto, y el gran ariete de la cultura de la muerte. El Comité de de Derechos Humanos del organismo considera «inhumano y cruel prohibir el aborto».
Y respecto al matrimonio gay y el anterior secretario general considera el matrimonio entre personas del mismo sexo es un derecho humano.
Si el nuevo secretario general es un católico coherente se va a encontrar con un toro difícil de lidiar en Naciones Unidas
Si realmente Guterres es un católico coherente, y como el mismo dijo piensa que “la vida es un valor extremamente importante que debemos preservar” se va a encontrar con un toro difícil de lidiar. Ya que la Iglesia no admite el matrimonio homosexual, considera que “la Ideología de Género contradice el plan de Dios” (Papa Francisco) y afirma que el aborto es un crimen. Otra cosa es que el político portugués se comporte como lo que han sido muchos de sus antecesores en la Secretaría General: aplicados funcionarios, profesionales sin principios.
El caso de Ban Ki Moon es paradigmático, que se despidió atacando a la religión.
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