El mundo publicitario se pliega a la corrección política y premia la campaña transexual de Chrysallis

    El mundo publicitario se ha rendido a lo políticamente correcto al premiar la campaña de Chrysallis que niega la evidencia científica y promueve el adoctrinamiento de los menores.

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    Las campañas de HazteOir.org y Chrysallis sobre sexualidad y menores.
    Las campañas de HazteOir.org y Chrysallis sobre sexualidad y menores.

    La campaña de la asociación Chrysallis de familias con hijos transexuales de ‘Euskal Herría’ ha sido premiada por partida triple en el XI Festival Internacional de Publicidad Social que pretende reconocer el talento publicitario de aquellos que «trabajan por un mundo más social y sociable».

    Su polémica campaña, desplegada a principios de año en las marquesinas de los autobuses de las capitales vascas y de Pamplona así como en el metro de Bilbao, ha sido distinguida con los premios al ‘Mejor Mensaje en proyecto o acción social’; a la ‘Mejor Eficacia en campaña publicitaria social‘ y a la ‘Mejor Eficacia en pieza gráfica exterior social‘.

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    La campaña fue financiada con cerca de 30.000 euros de un donante que ha preferido mantener oculta su identidad, de la que sólo ha trascendido que se trata de un financiero afincado en Nueva York y que podría tener raíces familiares vascas.

    Mientras el establishment publicitario alaba una campaña que se ajusta a la perfección a los cánones de los dictados de lo políticamente correcto, desdeña la iniciada por HazteOir.org, cuyo impacto social, mediático e institucional es innegable.

    Carmena, Cifuentes, Sánchez, Rufián y Echenique, a una

    Preguntas en el Congreso de los Diputados, iniciativas en parlamentos autonómicos, declaraciones varias en ayuntamientos… Todos los telediarios prácticamente abriendo sus ediciones durante una semana; entrevistas en late night; debates en los magazines mañaneros…

    Numerosos dirigentes políticos de diferente signo han cargado contra ella y han pedido sanciones. Cristina Cifurentes instó a la Abogacía regional madrileña a buscar la forma de sancionar a HazteOir.org porque la campaña le parece «una provocación absoluta”.

    Es publicidad ¿recuerdan? Provocar es partte del juego. ¿O acaso la campaña de Chrysallis no es provocativa?

    El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, el diputado charnego de ERC, Gabriel Rufián; o el dirigente de Podemos Pablo Echenique también dedicaron mensajes nada amigables hacia HazteOir.org.

    Manuela Carmena, por su parte, puso en juego el concurso de hasta cuatro unidades de la Policía Municipal diferentes para secuestrar el autobús (incluso fuera de la jurisdicción municipal de la capital) contra lo establecido en la norma publicitaria de la Villa y Corte.

    El publicista Luis Bassat
    El publicista Luis Bassat

    Es cierto que no se puede negar que la campaña de Chrysallis ha sido eficaz y por ello se le han otorgado dos premios. Lo que es más discutible es que tenga el ‘Mejor Mensaje en proyecto o acción social’.

    Resulta llamativo que unos premios que han superado una década de vida y en los que participan algunas de las personalidades más relevantes del mundo publicitario, empezando por el presidente honorífico de su jurado, Luis Bassat, pasen por alto una estrategia de comunicación tan impactante como la de HazteOir.org.

    «Sólo una mirada estrecha, encasillada y anulada por lo políticamente correcto puede dar por buena la censura, la violencia, la arbitrariedad o la violación de datos privados a la que se ha visto sometida HazteOir.org»

    Más aún, cuando ha sido perseguida haciendo un uso torticero de los reglamentos de publicidad de las ciudades (en el mejor de los casos), cuando no atacada con violencia en numerosas ocasiones dentro y fuera de nuestras fronteras.

    Total, por afirmar el ‘abecé’ de la Biología y pedir a los legisladores que no impongan, contra el criterio científico, un adoctrinamiento a los menores en las aulas que, por otro lado, se hace conculcando el derecho constitucional de los padres a elegir la educación que quieren para sus hijos.

    El acoso mediático, policial, institucional y delincuencial a HazteOir.org ha sido tan grande que sólo una mirada estrecha, encasillada y anulada por lo políticamente correcto puede dar por buena la censura, la violencia, la arbitrariedad o la violación de datos privados a la que se ha visto sometida una asociación que no ha necesitado, por otra parte, recurrir a misteriosos donantes para montar su campaña.

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