El aborto en España se ha llevado por delante a dos millones de seres humanos, desde que despenalizó hace 31 años, en 1985.
Una pérdida humana que pasa prácticamente desapercibida porque no tiene eco en los medios de comunicación y menos aún en las instancias oficiales del Ministerio de Sanidad, al estar camuflado el crimen bajo el eufemismo de “interrupción voluntaria del embarazo”.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLo cierto es que en estas tres décadas, la destrucción de vidas humanas en el seno materno ha ido aumentando, en un 10% cada año.
Debido al efecto pedagógico que tienen las leyes, el aborto ha pasado de ser una práctica ilegal en nuestro país –despenalizada en determinados supuestos- a ser recogido como un derecho para las mujeres, menores de edad incluso.
En los primeros años las cifras de aborto declarado ya resultaron llamativas. Tan sólo 9 abortos registrados en 1985, 411 en 1986 y superar los 15.000 24 meses después de la despenalización.
Y en lo que llevamos de siglo XXI (2000-2014), se ha destruido cerca de 1 millón 400.000, con una media de 266 bebés cada día (y 97.140 al año).
Paralelamente, esta matanza de inocentes en el seno materno ha tenido una traducción económica de la que tampoco habla nadie.
El aborto es un negocio que deja cada año más de 40 millones de euros y que se reparten entre los 191 centros abortistas. En total mil millones de euros desde que despenalizó en España.
Es el precio –siniestro- del aborto.
Según asegura la patronal del aborto en España, ACAI, cada intervención cuesta entre 350 y 500 euros. Es un negocio que facturó, en el último año registrado, cerca de 50.000.0000 de euros, y no fue el más boyante. Una jugosa cifra a repartir entre las más de 190 empresas privadas que se reparten casi el 90% del sector del aborto.
Esto supone una facturación estimada durante un cuarto de siglo que rondaría los mil millones de euros. Lo que supone una media de 38 millones de euros de facturación anual.
Ni las cifras de bebés masacrados en el vientre materno ni las cifras de euros que el negocio mueve han surgido por generación espontánea. Es posible poner nombres y apellidos a los responsables de todo ello.
Es decir, los que hacen las leyes.
Los gobiernos de Felipe González despenalizaron el aborto, en 1985, en tres supuestos
Aquí cabría señalar a los Gobiernos de Felipe González, que fueron quienes despenalizaron el aborto en 1985, en tres supuestos (riesgo grave para la salud física o psíquica de la mujer embarazada; violación y malformaciones físicas o psíquicas, en el feto). Y por lo tanto, a sus ministros de Justicia, desde el primero, Fernando Ledesma.
Pero también los del popular Aznar (1996-2004), que no tocó la ley despenalizadora, y sus ministros de Justicia; y los de Zapatero (2004-2011) –y sus ministros de Justicia- que no sólo no la tocó sino que convertía el aborto en un derecho de facto mediante una ley de plazos. La llamada ley Aído daba luz verde al aborto libre en las primeras 14 semanas de embarazo.
Rajoy llegó al poder en 2011 con la promesa electoral de reformar esta última. Y el ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón preparó un proyecto no sólo para que las menores de 18 años tuvieran que pedir consentimiento paterno antes de abortar, sino también para que la discapacidad no fuera motivo para acabar con el nino y, en general, para restringir las posibilidades de “interrumpir el embarazo”.
Ruiz Gallardón ha sido el único de los trece ministros de Justicia que ha dimitido por el aborto, lo cual le honra
Pero Rajoy aparcó el proyecto de reforma, Ruiz-Gallardón dimitió (ha sido el único de los trece ministros ‘abortistas’ que lo ha hecho, lo cual le honra), y los parlamentarios que reclamaban que el PP cumpliera con su promesa electoral fueron purgados. Por razones electorales, al partido no le convenía ser fiel a su palabra.
Actualmente, no hay ni un solo partido con representación parlamentaria que defienda la vida de los más inocentes y que acate el precepto de la Constitución, cuyo artículo 15 reza “todos tienen derecho a la vida”.
Todos menos dos millones que han sido eliminados. Ya saben ustedes quienes son los responsables.
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