En marzo del 2018, el Ministerio de Salud del Uruguay publicó el informe con los datos estadísticos del 2013 al 2017 de lo que llaman «Interrupción Voluntaria del Embarazo», dicho sin eufemismos, abortos provocados. Al revisar las cifras de estos 5 años en que ha estado en vigencia la práctica del aborto en ese país, uno no puede dejar de sorprenderse al constatar que las cifras contradicen totalmente los principales dogmas del discurso abortista.
La realidad ha demostrado lo equivocados que estaban quienes dieron crédito a los argumentos con los que se aprobó la ley 18987 del 2012 en Uruguay, y que son los mismos donde ha habido algún proyecto de ley a favor de la despenalización o legalización del aborto.
El informe refrendado por Ana Visconti, responsable del Área Programática de Salud Sexual y Reproductiva está disponible al público en el sitio web del Ministerio de Salud. Es breve pero sumamente gráfico y objetivo. Se puede descargar aquí.
Veamos pues cuáles son los mitos y cuáles los hechos de la realidad.
Discurso Abortista: «No estamos a favor del aborto a demanda solo es despenalizar 3 causales: abortos en caso de violación, cuando está en riesgo la salud o la vida de la mujer y por anomalías del feto incompatibles con la vida».
FALSO. Lo que muestra claramente el Informe sobre Interrupción Voluntaria del Embarazo 2013- 2017 es que casi todos los abortos practicados no responden a ninguna de esas 3 causales. Esos abortos se practican sobre mujeres con un embarazo sin complicaciones y sobre niños por nacer sanos.
Discurso Abortista: “Anticonceptivos para no abortar, aborto para no morir”.
FALSO. Ya vimos en el cuadro anterior que lo falso de la segunda parte de este lema pues en Uruguay se hacen abortos porque así lo desean y no porque estén en riesgo de morir. Pero el Informe sobre Interrupción Voluntaria del Embarazo 2013- 2017 muestra también lo falso de la segunda parte. Usar anticonceptivos no evita los abortos. Por el contrario, las mujeres que usan anticonceptivos tienen más abortos que las que no los usan.
Discurso Abortista: «Nosotras defendemos los derechos de las mujeres para protegerlas de la opresión de los poderosos».
DOBLEMENTE FALSO. Lo que muestran las cifras del Informe sobre Interrupción Voluntaria del Embarazo 2013- 2017 es que se ha abierto un mercado para el aborto atendido por organizaciones privadas. Es decir, no defienden los derechos de las mujeres sino los intereses económicos de quienes luego van a lucrar con la práctica del aborto. Tampoco las libran de la opresión sino las entregan como clientes a poderosas organizaciones internacionales quienes lucran con la práctica del aborto. Las supuestas feministas resultan ser quienes abren un negocio donde las mujeres no son las que reciben ayuda sino las que pagan una factura, a veces en dinero pero muchas otras también con las complicaciones psicológicas y físicas que trae el aborto.
¿Quién puede pensar que es casualidad que las ONGs promotoras del aborto en países de América Latina reciban financiación y apoyo de la International Planned Parenthood Federation, la franquicia de clínicas de aborto más grande del mundo, o IPAS que comercializa máquinas para practicar abortos? Así sucedió con la campaña pro aborto en Chile denominada MILES que luce los auspicios de IPPF e IPAS sin problemas en su sitio web www.mileschile.cl. Y una vez lograda la despenalización, sus promotores locales se ponen a trabajar con los manuales de aborto de IPAS e IPPF como sucede con la ONG MYSU de Uruguay.
Si en verdad se hicieran leyes y políticas públicas basadas en evidencia, deberían derogar la ley del aborto en Uruguay, en Chile y en todos los países donde se aprobaron leyes basadas en estas falacias. Defender un proyecto de ley de aborto con estos mismos dogmas abortistas como está pasando en Argentina, sólo explica el alto nivel de cinismo que domina a muchos políticos.
Basados en la evidencia del Informe sobre Interrupción Voluntaria del Embarazo 2013- 2017 del Ministerio de Salud de Uruguay, podemos reformular el eslogan abortista para un auténtico beneficio de las mujeres. El nuevo eslogan podría quedar de esta manera: Datos estadísticos para no abortar, aprender de la realidad para no morir.
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