Quisiera compartir el hecho muy positivo de la evolución política de los movimientos ciudadanos a favor de la vida. Cada vez son más los que han pasado de “solo tratar de argumentar, educar y convencer” a “empezar a ejercer presión política”. Este cambio es fruto de empezar a tomar conciencia de que somos actores relevantes en cada escenario político. Así nos estamos convirtiendo en mejores aliados para los actores políticos que coinciden con nosotros en defender la dignidad humana.
El ex candidato a la presidencia de Chile, José Antonio Kast, lo notó en pleno debate de la ley de aborto en Chile que lamentablemente se aprobó. Kast dijo en esa oportunidad: “Yo podría usar esta intervención para repetir cientos de argumentos para oponerse al aborto. Argumentos que hemos usado muchas veces, que hemos usado hasta el cansancio. No lo voy a hacer porque además está claro que muchos de los que están acá no quieren oír ningún argumento… Nuestro error puede haber sido tratar de convencer a muchos con argumentos científicos, lógicos, legales… Debimos quizás haber actuado de manera distinta, debimos actuar más políticamente”.
Recuerdo muy bien estas palabras porque las uso en las sesiones de entrenamiento en el uso de herramientas políticas. La lección de esa dolorosa experiencia y otras similares es que no nos habíamos dado realmente cuenta de que la presión está en la base de la dinámica política. Si no presionas, no te toman en serio. Si solo das argumentos, lo más probable es que te ignoren.
Este paso evolutivo se vio reflejado en el reciente debate de la ley del aborto en Argentina que fue aprobada en la Cámara de Diputados en junio del 2018 pero rechazada en la Cámara de Senadores 5 meses después.
Hubo marchas masivas tanto para la decisión de los diputados como para la de senadores. Ese no fue el factor diferencial. Lo novedoso fue el cambio hacia la presión política. Lo podemos decir con pleno conocimiento pues tomamos parte en el diseño de la estrategia asesorando a líderes de varias organizaciones en Argentina.
“Con aborto no te voto”. Vale decir: no renunciaron a ninguno de los argumentos pero tradujeron su voluntad de ciudadanos en un lenguaje que los políticos entienden
En el Congreso todo se centró en llevar a 200 expertos que explicaran argumentos científicos, legales, médicos y de sentido común. Pero ojo… los abortistas también llevaron 200 expertos. Ahí comprobamos que SOLO presentar argumentos no basta para influir sobre los políticos.
A los argumentos hay que sumarle siempre presión, con las herramientas de la democracia, que son muchas. Y esto sucedió durante el debate en el Senado. Los nuestros cambiaron la lógica y lanzaron un mensaje que los políticos no pueden ignorar: “Con aborto no te voto”. Vale decir: no renunciaron a ninguno de los argumentos pero tradujeron su voluntad de ciudadanos en un lenguaje que los políticos entienden. “El Senador tiene hoy el voto en sus manos… Nosotros lo tendremos en el 2019”. Muchos de esos senadores van este año a elecciones para ser re-elegidos y otros postularán a una gobernación provincial… y allí eran permeables a nuestro mensaje.
El resto fue iniciativa y creatividad. Avisos pagados en periódicos de la localidad de los senadores clave o indecisos. Visitas y llamadas permanentes a los senadores. Varios editoriales de análisis político en diarios de alto impacto, mostrando todo lo que podían perder los políticos si no nos hacían caso. Y por supuesto, Marchas por la Vida también… pero esta vez con más carteles de “Con aborto no te voto” que de argumentos jurídicos o morales.
Heartbeat es un ejemplo de un argumento simple que fácilmente puede convertirse en causa política y puede mover decisiones judiciales trascendentes
Otro ejemplo es el Heartbeat Bill. Esta es una excelente iniciativa legislativa basada en una idea muy potente. Prohibir los abortos cuando el latido del corazón del niño por nacer ya puede ser detectado. Esto es a las 6 semanas. Ahora las leyes de estados Unidos lo fijan cuando el niño ya puede sobrevivir solo fuera del útero materno. Pero con esta ley se limitarían casi todos los abortos pues sancionaría a los médicos con multas, prisión y suspensión de su licencia.
Ya se ha presentado en 15 estados en USA y siguen sumándose, pero en muy pocos hasta ahora ha logrado convertirse en ley. Sin embargo, hoy el Heartbeat se está convirtiendo en casos que pueden llegar a la Corte Suprema para que la reciente mayoría de jueces pro vida tenga la oportunidad de revisar la sentencia Roe vs. Wade. Todos fuimos testigos de las grandes presiones a favor y en contra para que la Administración Trump incorporara a los jueces Gorsuch y Kavanaugh como miembros de la Corte Suprema. Heartbeat es un ejemplo de un argumento simple que fácilmente puede convertirse en causa política y puede mover decisiones judiciales trascendentes. En otras palabras, si a nuestros mejores argumentos le sumamos estratégicamente la potencia de la presión política, los resultados no tardarán en llegar, incluso aquellos que hace poco tiempo nos parecían imposibles.
Para apoyar esta línea de evolución, Population Research Institute ha creado la División RELEASE. Porque creemos que potenciar a nuestras organizaciones civiles con herramientas de participación política es un aporte decisivo para que todo el movimiento internacional a favor de la vida, la familia y la libertad religiosa tenga un impacto mayor, haciendo que cosas buenas pasen en cada país, que es en definitiva la verdadera definición de poder.
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