Visto con los ojos de España la situación parece surrealista, aunque si la lucha comunista es por el desfavorecido, se comprende que el Partido Comunista portugués haya votado contra la despenalización de la eutanasia, para proteger al más débil, el enfermo.
El Parlamento portugués votó el martes 29 de mayo dos proyectos de ley para despenalizar la eutanasia que presentaron el grupo socialista y el bloquista (de Bloco de Esquerda). Ambos proyectos fueron rechazados por los votos del Partido Comunista (PC), socio de Gobierno de ambos partidos.
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Suscríbete ahoraDesde Bloco echaron en cara al partido Comunista que en España los comunistas votan en el sentido opuestos, como si lo que votan en otros sitios deba ser la ley para marcar sus directrices. Y la razón por la que el PC votó en contra de la despenalización, sí que se podría trasladar a España: «el Estado que no pone los medios para garantizar los cuidados paliativos del enfermo sí que los tiene para acabar con su vida».
El proyecto de ley exigía la conciencia del paciente, cuatro confirmaciones de la voluntad de morir, el informe médico, otro psiquiátrico y el informe favorable de una comisión especializada
En la actualidad los cuidados paliativos sólo llegan al 10% de los enfermos que los solicitan y antes de poner los medios para que lleguen al 100% de la población que los necesiten, quieren legislar sobre la eutanasia, dejando de lado de esa manera al enfermo.
En la votación el Partido Comunista no dio libertad de voto a sus 15 diputados lo que inclinó la balanza hacia la no despenalización por cinco votos de diferencia y provocó las críticas de todos los partidos de izquierdas: socialista, bloquistas, verdes y animalistas.
El proyecto de ley exigía para la aplicación de la eutanasia la conciencia del paciente, hasta cuatro confirmaciones de la voluntad de morir, el informe médico, otro psiquiátrico y el informe favorable de una comisión especializada, aunque gracias al Partido Comunista el proyecto no salió adelante y la temida teoría de la pendiente resbaladiza sigue sin ponerse en marcha.