Hace 70 años, en octubre de 1945, se firmaba la Carta de San Francisco, acta fundacional de Naciones Unidas. Los medios de comunicación recuerdan ahora sus logros, pero se dejan en el tintero los graves atropellos contra los mismos derechos humanos que ella misma proclamó en la Declaración Universal de 1948, comenzando por el derecho a la vida.
Actuall recuerda algunos de los éxitos de la ONU y también sus errores y abusos.
- Evitó una Tercera Guerra Mundial. Sin duda, su mayor logro. Cosa que no logró el antecedente de la ONU, la Sociedad de Naciones, surgida tras la Gran Guerra de 1914, porque Hitler condujo al mundo a una gran conflagración en 1939. El riesgo de un choque de bloques: el norteamericano y el soviético planeó sobre la escena internacional durante la segunda mitad del siglo XX, pero nada ocurrió. En parte por la política disuasoria de Washington y Moscú, y en parte también por el statu quo creado por Naciones Unidas.
- Promovió los Derechos Humanos. Tras los horrores del genocidio nazi y las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, rompió una lanza en favor de la dignidad inviolable de los derechos humanos en la Declaración Universal de 1948.
- Ha reducido la pobreza. Sin Naciones Unidas no se hubiera combatido tan eficazmente la plaga del hambre o la pobreza. Entre 1990 y 2010, el mundo redujo a la mitad el número de personas que viven en la extrema pobreza.
- Ha erradicado enfermedades. Ha desterrado la viruela y destinado programas y dinero para combatir el ébola, la malaria, o el tifus. La labor de Naciones Unidas se ha traducido en la reducción de la mortalidad infantil, especialmente en Africa. La tasa de mortalidad infantil se ha reducido a la mitad desde 1960 en países en desarrollo, y a consecuencia la esperanza de vida ha crecido de 37 a 67 años.
- Ha impulsado la democracia, acabando con sistemas injustos como el Apartheid. Ha contribuido a extender la democracia en países en vías de desarrollo. El apartheid de Sudáfrica fue erradicado en gran parte por la acción de las Naciones Unidas.
- Ha sentado en el banquillo a genocidas. Gracias a su labor, se ha podido enjuiciar a criminales de guerra, como el serbio Karadzic, a través del Tribunal Penal Internacional (TPI) y los tribunales específicos creados para los casos de la antigua Yugoslavia y Ruanda.
Pero su pecado original, su evolución, sus errores y sus escándalos relativizan el supuesto papel benefactor de la organización.
- Su pecado original: eran los vencedores de la Guerra. Teóricamente era una instancia para asegurar la paz, la prosperidad y los derechos humanos, pero al cabo no sido sino un instrumento en manos de las cinco potencias vencedoras de la II Guerra Mundial: EEUU, Reino Unido, Francia, URSS y China, que conformaban el Consejo de Seguridad.
- ¿Demócratas? ¿La Ruisa de Stalin y la China de Mao? Tampoco se podía decir que Naciones Unidas fuera el baluarte de la democracia y los derechos humanos, porque dos de los miembros del Consejo de Seguridad eran tiranías totalitarias, la Rusia de Stalin y –a partir de 1949- la China de Mao.
- Títere de EEUU No siempre el Consejo de Seguridad ha sido la instancia suprema, ya que Estados Unidos ha actuado unilateralmente sin contar con los otros cuatro miembros. El caso más palmario es de la guerra de Irak de 2003. El presidente Bush ordenó el ataque sin que mediara autorización conferida por el Consejo de Seguridad. Fue, por tanto, una violación de la Carta de las Naciones Unidas.
- Evitó la Guerra Fría, pero no las guerra calientes que han desangrado a la Humanidad. Desde la guerra de Corea hasta la de Vietnam, pasando por el conflicto de Oriente Medio (cuatro guerras árabe-israelíes, más los conflictos de Líbano y Siria y el terrorismo palestino)
Se mostró pasiva frente al genocidio de Camboya, las matanzas de Bosnia o el genocidio de Ruanda
- Se mostró pasiva e ineficaz ante genocidios y matanzas. No movió un dedo frente al genocidio de Pol Pot en Camboya, en los años 70, ni evitó matanzas como Srebrenica, en los años 90, en la que miles de musulmanes fueron asesinados ante los cascos azules desplegados en Bosnia; ni el genocidio de Ruanda, en el que 800.000 personas fueron masacradas mientras Naciones Unidas retiraba sus fuerzas del país.
- La guerra de Siria, paradigma de su impotencia. Su inoperante papel ante el conflicto de Siria y el avance del Estado Islámico y la crisis de los refugiados ha llevado a muchos observadores a preguntarse para qué sirve la organización. Es justamente la división en el seno del Consejo de Seguridad la que ha impedido actuar en un conflicto que puede tener graves consecuencias para la paz internacional.
- Cuentas opacas, agencias corruptas.- La sombra de la sospecha pende constantemente sobre una organización cuyas cuentas son opacas, lo que explica los escándalos de corrupción de sus agencias. La contabilidad de Naciones goza de una impunidad prácticamente absoluta. Sus cuentas no están fiscalizadas ni controladas.
- Kofi Anan, un Premio Nobel salpicado por la corrupción. Ni siquiera se libró de la corrupción el ghanés Kofi Annan, secretario general entre 1997 y 2006, que se declaró responsable en las irregularidades del programa Petróleo por Alimentos. Su hijo Kojo, recibió más de 750.000 dólares de varias compañías dedicadas al comercio del petróleo bajo investigación por su papel en el programa Petróleo por Alimentos. Kofi Annan ni dimitió ni tuvo el rasgo de devolver su premio Nobel.
- Abusos sexuales de los cascos azules Uno de los primeros abusos señaló a soldados de Nepal que fueron acusados de cometer abusos sexuales en el Congo, en 2003. Y Save the Children documentó, en un informe, casos de explotación y abusos sexuales de ninos por parte de cascos en Haití, Liberia, Congo y Costa de Marfil.
- Han impuesto la planificación antinatalista.- En una nueva forma de colonialismo, el Fondo de Población de Naciones Unidas ha impuesto programas antinatalistas para reducir la fertilidad en los países en desarrollo.
La restricción del aborto es una violación de los derechos humanos dice ahora la misma ONU que incluyó el derecho a la vida en la Declaración Universal
- Tratan de convertir el aborto en derecho humano. A través de ONU-Mujeres, no sólo impulsan programas para imponer el aborto en todo el mundo, sino que tratan de convertirlo en un derecho humano, como consta en los Objetivos de Desarrollo para el Milenio. Lo cual no sólo es una arbitrariedad, sino que contradice la Declaración Universal de 1948, que establece el derecho de “todos” a la vida (art. 3).
Curiosamente, Naciones Unidas dice ahora todo lo contrario “la restricción del derecho al aborto es una violación de los derechos humanos” ha afirmado recientemente el Comité de Derechos Humanos de la organización.
El número de abortos en Occidente supera los mil millones, desde que se aprobaron las primeras leyes en 1967, una cifra muy superior a los 200 millones de muertos causados por los regímenes totalitarios y las dos guerras.
- Punta de lanza de la ideología de género. Ya en 1995, Naciones Unidas tomó la bandera de la ideología de género en la Conferencia de Pekín de la Mujer. Ahora, veinte años después, están consiguiendo que la mayoría de los gobiernos y parlamentos occidentales acepten esa ideología, y redefinan el matrimonio y la familia. La identidad de género es, de hecho, otro de los grandes objetivos de desarrollo del milenio.
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