A pocos días de que Alberto Fernández asuma la presidencia de Argentina, el debate del aborto está marcando la transición entre la corta etapa liderada por Mauricio Macri (único presidente que no logró la reelección para un segundo mandato) y la vuelta del peronismo.
Dimes y diretes, promesas del presidente electo sobre acometer la despenalización cuanto antes, movimientos en el sector más abortista del Gobierno Macri que han acabado en dimisiones, cálculos sobre los escaños verdes o azules en el Congreso y el Senado…
Lo que está claro es que, más allá de los problemas económicos y sociales en Argentina, la cuestión sobre el aborto marcó un hito -que aun hoy tiene sus ecos- cuando fue derrotada la propuesta legal para la despenalización durante la legislatura que ahora concluye y no parece que vaya a ser un asunto baladí en la que comenzará el próximo 10 de diciembre.
La promesa rota de Macri
“Traer un niño a este mundo es una de las cosas más bonitas que le puede pasar a una pareja, una persona es la expresión más bonita de amor que hay, siempre me quedo del lado de la defensa de la vida”.
No son palabras del líder de un grupo provida, ni de un padre orgulloso de su familia. Las pronunció el presidente saliente Mauricio Macri en agosto de 2016 durante la campaña electoral que le llevaría finalmente a residir en la Casa Rosada. Campaña en la que, además, aseguró de forma nítida que no aprobaría una ley despenalizadora del aborto en Argentina.
Sin embargo, el 14 de junio de 2018, una vez que el Congreso aprobó por un estrecho margen (129 a favor, 125 en contra, 1 abstención) la ley que pretendía el aborto libre a petición durante las 14 primeras semanas de vida intrauterina, el Gabinete de Macri se apresuró a asegurar que el presidente no ejercería el veto si la ley lograba el sí del Senado. No faltaron las sospechas sobre las maniobras del propio Macri para torcer voluntades y forzar la victoria del aborto en el Congreso.
Una victoria histórica: La ola celeste
El 9 de agosto de 2018, tras un debate intenso, el Senado no dió su apoyo a la pretendida ley de aborto libre en Argentina. El margen, estrecho: 38 votos en contra y 31 a favor. Se salvó in extremis el ansiado trofeo de la Campaña por el Aborto Legal Seguro y Gratuito que inició sus trabajos en el año 2006 y que estuvo a punto de lograr sus objetivos en 2018.
La victoria provida tiene un protagonista claro: la Ola Celeste. En contraposición a los pañuelos verdes de los grupos feministas radicales partidarios del aborto, la sociedad civil argentina, junto a diferentes denominaciones cristianas, armó un movimiento transversal identificado con las pañoletas azul celeste y el lema “Por las dos vidas” que logró sacar a millones de personas a la calle en varias ocasiones antes de las votaciones en el Congreso y el Senado.
Muy en especial de la del Senado. Tan solo cuatro días antes se realizaron cerca de 300 manifestaciones en toda la nación, para un total de unos 5 millones de personas movilizadas. Además, las embajadas argentinas en al menos 15 países hispánicos recibieron la ‘Declaración Latinoamericana en Apoyo y Solidaridad con la Lucha del Pueblo Argentino por las Dos Vidas’.
Los partidarios de proteger las dos vidas, la de la madre y la de su hijo, inauguraron así un movimiento que se ha extendido por toda la América hispana, donde el pañuelo celeste ya identifica a casi todos los movimientos provida de la región y el resultado de la votación en el Senado se sintió como una victoria continental.
El caso Rodríguez Lastra
El pasado 4 de octubre, a menos de un mes de celebrarse las elecciones en Argentina, el médico Leandro Rodríguez Lastra fue condenado a un año y dos meses de prisión y y dos años y cuatro meses de inhabilitación por evitar un aborto en el año 2017 y salvar la vida tanto de la madre (una menor adolescente) como de su hijo, que en aquel momento tenía 23 semanas de vida prenatal. El fallo establecía así la sanción tras ser declarado culpable en el mes de mayo.
El caso de Rodríguez Lastra mediatizó la opinión pública y publicada en Argentina durante meses y sirvió de polo de atracción mediática tanto a los partidarios del aborto como a los defensores de proteger la vida humana.
En conversación con Actuall, Rodríguez Lastra reconoce que su situación judicial no es la mejor, dado que se ha negado la recusación interpuesta contra una de las magistradas que forman parte del Tribunal de Impugnación ante el que ha llevado su condena.
«Esta recusación estaba fundada en las manifestaciones públicas de la doctora, que siempre apoyó el aborto», explica el doctor Rodríguez, al tiempo se se muestra esperanzado en «poder revertir esta situación» en la que se encuentra.
Elecciones y resultado en las cámaras
El pasado 27 de octubre los argentinos fueron convocados a elecciones en las que además de elegir presidente y vicepresidente, se renovaron 130 diputados nacionales y 24 senadores nacionales. La coalición ‘Frente de Todos’ liderada por Alberto Fernández, que llevaba a Cristina Fernández de Kirchner como vicepresidenta, obtuvo el 48,24% de votos favorables.
Respecto a la composición de las cámaras, cabe decir que las cuentas sobre cuántos diputados y senadores podrían apoyar o rechazar una nueva ley de aborto son complejas, por cuanto se ha renovado la mitad del Congreso y un tercio del Senado.
La iniciativa Votá 2 Vidas sostiene que el proyecto prometido por Alberto Fernández podría tener dificultades para ser aprobado en el Senado, aunque por muy poco margen. Según sus cálculos, En el Congreso habría una mayoría favorable a la liberalización del aborto (138 frente a 112 defensores de la vida humana), si bien calcula que hay al menos 7 diputados que, o se muestras indecisos o sobre los que no hay datos para desvelar su postura en esta materia.
En el Senado, por contra, se habría mantenido una mayoría pro vida de 38 frente a 33, con el concurso de una sola senadora indecisa, Lucila Crexell, que ya se abstuvo en la votación histórica de agosto de 2018.
Agustín Laje: «Trastocar el Senado y las posiciones relativas en estos temas serán solamente una cuestión de lucha política que yo supongo que pinta bastante mal para el sector provida»
Para el rotativo argentino La Nueva Provincia las horquillas de diputados y senadores a favor y en contra del aborto son más amplias. Así, en el Congreso, entre 108 y 115 estarían a favor de legalizar el aborto y alrededor de un centenar (entre 100 y 105 de un total de 257) defendería la vida humana antes del nacimiento.
A su juicio, los indecisos serían 40 en el Congreso, lo que dejaría abierta la posibilidad de que la intentona abortista en el Congreso obtuviera de nuevo la llamada «media sanción».
Sin embargo, en el Senado, de los 72 escaños, 36 estarían en contra de la ley del aborto y 32 o 33 a favor, con lo que amplía la posibilidad de indefinidos a entre tres y cuatro senadores.
El riesgo de los indecisos
Consultado por Actuall, el politólogo Argentino Agustín Laje expone que pese a la aparente mayoría del Senado, «eso se cambia muy fácilmente» porque «los políticos son simplemente eso, políticos y se manejan a partir de una serie de intereses que exceden por mucho las consideraciones morales».
En términos generales, continua su argumentación, «la política no es el reino de lo moral, si no que es el reino del poder. Entonces, a donde apunte el poder, allí en términos generales los políticos apuntarán».
Así, «trastocar el Senado y las posiciones relativas en estos temas serán solamente una cuestión de lucha política que yo supongo que pinta bastante mal para el sector provida», señala Laje, que refuerza su postura con una apuesta: «Creo que el aborto se legalizará en Argentina» en esta legislatura.
Esta tesis se refuerza sabiendo que, en el caso de que estos posibles manejos sólo alcanzaran para un empate entre celestes y verdes, el nuevo Gobierno peronista contaría con el voto de calidad de la presidenta del Senado, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que votó a favor de la despenalización del aborto el pasado año.
Una cortina de humo
Por otro lado, Laje argumenta que la izquierda «necesitará de buenas bombas de humo, buenas pantallas para distraer la opinión pública, hacer que la gente discuta otros temas distintos de los económicos y esa es la función que va a tener el aborto».
De opinión parecida es Rodríguez Lastra. El doctor considera que aunque la decisión sobre impulsar la ley del aborto por parte de Fernández «es muy difícil de predecir» porque, a su juicio, «darán prioridad a cuestiones más relevantes en el marco social y económico».
Pese a esto, añade, «sabemos que ante la necesidad de distraer la atención de la opinión pública, pueden volver a tratar el tema del aborto».
El movimiento Rubinstein
La penúltima escena de la polémica sobre el aborto antes del relevo en la Casa Rosada, ha terminado con la dimisión del ministro (secretario) de Sanidad Adolfo Rubinstein y la directora del área de Salud sexual y Reproductiva del Gobierno de Macri, después de que se aprobara de manera inesperada una actualización del protocolo de aborto no punible que prácticamente liberalizaba su práctica.
El caso fue tan discutido, que el mismo Macri -que ha jugado con su postura sobre el aborto desde la campaña electoral previa a su elección- derogó por decreto la actualización.
Los vínculos de Rubisntein con la industria del aborto, incluida la internacional Planed Parenthood o con la organización Open Society del magnate George Soros son conocidos desde antaño, por lo que se explica un movimiento tan arriesgado a menos de dos semanas del relevo gubernamental.
Estas son las piezas del puzzle. El próximo día 10 entra el nuevo Gobierno en Argentina y en marzo, quedará habilitado el plazo para presentar una nueva ley de aborto.
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