Se llama Álex N. Lachhein, y es naturalista. Muy poca gente -y mucho menos los autodenominados animalistas- puede darle lecciones sobre el conocimiento del reino animal. Quizá por ello no tiene pelos en la lengua y sostiene una obviedad («los animales no tienen derechos») que desmonta todo el edificio de mentiras en el que se sustenta el animalismo.
Admira a Félix Rodríguez de la Fuente y su amor por los animales es precisamente lo que le mueve a rechazar la politización que tanto el ecologismo político como el animalismo hacen de estos seres vivos.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraLachhein tampoco tienen reparos en atacar al quizá mayor referente del movimiento animalista, Peter Singer, al que critica por hacer apología de la eugenesia («no parece muy sensato aumentar el consumo futuro de recursos limitados permitiendo que aumente el número de ninos con deficiencias», declara el filósofo).
Por supuesto Lacchein sabe que lo que se esconde detrás del animalismo es algo mucho más profundo: el marxismo cultural. «Cuando los ideólogos marxista vieron que el comunismo económico estaba fracasando apostaron por derruir los cimientos y, desde abajo, ir imponiendo el marxismo cultural, que es sinónimo de lo políticamente correcto», señala.
