Ochenta años después de la mitificada anécdota entre Miguel de Unamuno y el fundador de la legión, José Millán-Astray, en la Universidad de Salamanca, el paraninfo del propio centro revivirá el «incidente» que tuvo lugar el 12 de octubre de 1936, día de la Hispanidad apenas unos meses iniciada la Guerra Civil.
Para ello la Universidad de Salamanca ha organizado para este miércoles una representación teatral «Textos en vida», protagonizada por el actor y académico de la RAE, José Luis Gómez, que interpretará al escritor bilbaíno.
Bajo el lema «Venceréis, pero no convenceréis», la Universidad de Salamanca acogerá en su Paraninfo una sesión que comenzará con una mesa redonda moderada por el director adjunto de El País, Juan Cruz Ruiz. Además participarán Colette Rabaté, de la Universidad de Tours; Jean-Claude Rabaté, de la Universidad Paris 3– Sorbone Nouvelle; Octavio Ruiz-Manjón, de la Universidad Complutense, y Manuel Menchón, director de la película «La isla del viento”.
Una vez más hay que lanzar la pregunta: ¿es verdad que Millán-Astray dedicara el grito «muera la inteligencia al escritor Miguel de Unamuno? Para ello merece la pena recordar el criterio escrito por el historiador Fernando Paz sobre la mitificada anécdota.
Algunos de los párrafos más destacados del esclarecedor artículo del historiador sobre el supuesto incidente entre el legionario y el pensador vasco:
Se celebraba en el paraninfo de la universidad un acto en el que se encontraban presentes altas autoridades, entre las que se encontraban la mujer del Generalísimo, Carmen Polo, Miguel de Unamuno, como rector de la institución anfitriona y en representación del Caudillo, el general Millán-Astray, el obispo Pla y Deniel y José María Pemán.
Los propagandistas han insistido una y otra vez, frente a toda evidencia, que al terminar su intervención Unamuno, Millán-Astray tomó la palabra para atacarle y exclamar aquello de “¡Viva la muerte!”, seguido de un grito que se haría célebre durante los siguientes decenios: “Muera la inteligencia”.
La realidad es que se trata de una falsificación, que alcanzó cierta credibilidad gracias a la versión que del hecho hicieron algunos destacados personajes del bando nacional. El ejemplo más notable es el de Serrano Suñer quien, sin estar presente durante los acontecimientos (no llegaría a Salamanca hasta febrero de 1937) construyó un relato de los mismos tan literario como fantasioso. Y que, básicamente, es el que ha trascendido, siendo repetido con escaso sentido crítico por ciertos historiadores como Paul Preston, Carlos Rojas y Gabriel Jackson, adquiriendo así un aire de autoridad que ha conducido al extravío a algunos intelectuales de verdadero valor como Andrés Trapiello. Es posible que, por esa razón, nunca remitan en sus obras a la fuente que reproducen y que les permite sostener sus versiones.
Resulta, en cambio, curioso que las narraciones más ajustadas de lo que sucedió ese doce de octubre en Salamanca -que proceden, claro está, de testigos presenciales – apenas sean citadas.
Como es el caso de Eugenio Vegas, enemigo de Millán-Astray y quien, sin embargo, asegura que la voz que salió de la garganta de este –se encontraba sentado muy cerca del general- fue la de “¡Muera la intelectualidad traidora!” sin añadir ningún grito legionario ni insulto alguno a la inteligencia; otras personas presentes, como José María Pemán y la propia esposa de Franco, ratificaron esta versión en lo esencial.
Por otro lado, el secretario de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios y profesor de la Universidad Pontificia de Comillas, Guillermo Rocafort, ha afirmado en declaraciones a Actuall que había solicitado a la universidad salmantina -que no le ha dado respuesta alguna- participar en la mesa redonda el día de la Hispanidad para, entre otras cosas, demostrar que el fundador de la legión jamás pronunció la frase «muera la inteligencia».
Este mismo 12 de octubre durante le desfile del Día de la Hispanidad en Madrid los legionarios tendrán muy presentes la figura de su fundador, José Millán-Astray, después de que el Ayuntamiento de Madrid vaya a eliminar la calle que el general tiene dedicada en la capital.
Por este motivo el ejército de tierra, en el concierto de música militar que ha organizado a cargo de las distintas unidades que ese día estarán en Madrid, ha incluido entre las cinco canciones elegidas la «Canción del legionario» que será interpretada por el Coro de la Brigada de la Legión en homenaje a Millán-Astray.
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