Parece visionario este artículo de CBN , del pasado mes de agosto, en el que se advierte de la alta posibilidad de que los métodos usados por los terroristas en Europa para asesinar se imitaran en Estados Unidos.
Porque aunque con mucha menos población musulmana que Europa y separada por un Oceáno, EEUU no está libre de la amenaza terrorista, debido a dos factores: la globalización; y la infiltración de redes yihadistas que llegan directamente al país, o bien a través de América Latina.
El primer atentado del que se tiene registro fue también en Nueva York, el 14 de abril de 1972, cuando diez miembros de una mezquita local llamaron a la policía y al llegar al lugar la patrulla, dispararon matando a un oficial.
El Estado Islámico, Al QAeda, Hamás y Hezbolá tienen presencia en la llamada triple frontera (argentina, Brasil, Paraguay)
El mayor atentado hasta la fecha es el 11-S con 2.742 muertos en Nueva York, 184 en Washigton y 40 en Shanksville. Fue la primera constatación de que Norteamérica no estaba inmune ante los yihadistas, en este caso Al Qaeda.
Hubo un intento previo con un camión explosivo en el aparcamiento subterráneo de las Torres Gemelas en 1993.
Los otros dos con mayores víctimas han sido el de San Bernardino, California, el 2 de diciembre de 2015 con 14 muertos; y el de Fort Hood, Texas, el 5 de noviembre de 2009 en el que un psiquiatra mato con un fusil a 13 soldados desarmados gritando ‘Alá es grande’.
Pero los islamistas no solo atentan en suelo estadounidense. Poseen una vasta red en países de América Latina para financiarse. Armas y drogas sirven a los yihadistas para obtener los recursos necesarios con los que cumplir sus objetivos.
Las agencias de inteligencia norteamericanas señalan a la zona de la Triple Frontera (Argentina, Brasil y Paraguay) y a Estados empobrecidos como Haití como lugares con mayor presencia y actividad de estos grupos.
Además del Estado Islámico, Al-Qaeda, Hamas y Hezbolá también están presentes y con mayor presencia.
“La Triple Frontera es objeto de vigilancia por parte de las autoridades estadounidenses, que han advertido que la gran comunidad de inmigrantes árabes que habitan en la zona y las redes de contrabando, narcotráfico e inseguridad de la zona podrían derivar en el desarrollo de organizaciones como Al Qaeda y Hezbolá, que están presentes en la región, y en el despertar de células durmientes”.
Trinidad y Tobago es el país no asiático con más yihadistas del Estado Islámico per cápita del mundo
Según recoge un estudio el Instituto de Estudios Estratégicos (Ministerio de Defensa), publicado en diciembre de 2016, «cerca de 20 miembros de grupos extremistas de Al Qaeda, Hezbolá, y Hamas, tenían el domicilio en Brasil, en donde llevaban a cabo diversas actividades como la recaudación de fondos, difusión de propaganda yihadista, reclutamiento, y planificación de atentados”.
Se estima que más de 100 individuos de la región han viajado a Siria e Irak a apoyar al Estado Islámico, algunos en compañía de familiares.
El informe detalla que “el subcontinente ha servido como apoyo ideológico y financiero para la organización”.
La isla Trinidad y Tobago se ha convertido en el país no asiático con más yihadistas del Estado Islámico per cápita del mundo.
La dictadura de Maduro apoyo económicamente su desarrollo y cede espacios para su entrenamiento
Los terroristas tienen conexiones con Colombia y las FARC, eso les facilita el contacto con Venezuela, donde la dictadura chavista de Maduro apoya económicamente su desarrollo además de cederles espacios para su entrenamiento.
Como indica el documento del Instituto de Estudios Estratégicos, “la organización criminal Joumaa está realizando actividades de tráfico de droga y lavado de dinero desde hace años, cuyos ingresos van directamente a las arcas de Hezbolá.
Sus relaciones con los Zetas mexicanos son un secreto a voces; durante más de una década la organización se ha encargado de vender droga a los Zetas, que posteriormente era vendida en Estados Unidos”.
En México, al igual que las FARC en Colombia, los carteles hacen negocios con los yihadistas dentro de la misma red.
Pero hay una tercera vertiente en eje yihadismo-América Latina… su relación con Rusia e Irán.
El apoyo de Venezuela y grupos terroristas de ideología afín como las FARC o países como Cuba, guarda una estrecha relación con Rusia e Irán.
Hamás está financiado por Irán, que a la vez tiene negocios con Venezuela. Lo mismo ocurre con Rusia, importante proveedor de material militar en la región.
Crece la población de hispanos musulmanes en Estados Unidos
Por otro lado, en EEUU va creciendo lenta pero paulatinamente la población musulmana. Según datos de 2015 del Centro de Investigaciones PEW, hay alrededor de 3,3 millones de musulmanes, de los cuales el 6 por ciento es hispano, 200.000 personas.
Este aumento es producido, entre otros factores, por el abandono de fieles de la Iglesia Católica entre los inmigrantes hispanohablantes.
En una entrevista para Univision, el profesor de estudios islámicos de la Universidad de Kentucky, Ishan Bagby, asegura que ser musulmán en la comunidad hispana «es una posición muy difícil de mantener, el hecho de ser miembro de una minoría en Estados Unidos y ser una minoría en la comunidad religiosa a la que perteneces. Esto muestra un alto grado de compromiso para que alguien se mantenga musulmán”.
«Creo que la mayoría de los musulmanes hispanos (en este país) son inmigrantes de segunda generación ya que sus padres fueron los que llegaron primero», apunta.
En Houston (Texas) ya hay un Centro Islámico para hispanos, y están en marcha varios más.
La crisis de fe en Occidente es aprovechada para ocupar espacios en la sociedad antes impensables. El primer centro en español para musulmanes en Estados Unidos es el Centro Islámico de Houston, y hay varios más proyectados.
Lo cual representa un peligro potencial como cantera o filón de los yihadistas, tanto en forma de grupos o células o como en forma de lobos solitarios, como el uzbeko que atentó con una camioneta en Manhattan.
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