Lilian Tintori, la mujer del opositor Leopoldo López ha publicado dos vídeos de su suegro, Leopoldo López Gil, que el régimen chavista de Nicolás Maduro en Venezuela ha censurado.
Tintori tenía previsto entregársela a su esposo, el único líder de la Mesa por la Unidad Democrática que se ha negado a participar en las conversaciones de paz con el régimen bolivariano y que permanece en la cárcel de Ramo Verde desde hace más de 1.000 días.
En dos mensajes a través de la red social Twitter, Tintori ha difundido sendos vídeos en los que su suegro lee la carta que su hijo no ha podido recibir. Dice así:
Esta es la carta que le escribió mi suegro @LeopoldoLopezG a Leopoldo y que no le permitieron recibirla en Ramo Verde para que la lea. pic.twitter.com/ackmRzeBxX
— Lilian Tintori (@liliantintori) November 28, 2016
«Mil días te han apartado de tu familia, de tus amigos, de tu partido y de tu pueblo. Pero se han convertido en tu acercamiento a todos. Hoy nos sentimos orgullosos de tus acciones. Reconfortados con el bálsamo de tus palabras que en tu libro producen una extraña cercanía. Pues, como allí explicas, tu cuerpo está detrás de los barrotes del ergástulo, pero tu alma recorre libre los senderos de la patria en las alas de tus mensajes.
Recuerdo aquellos momentos de alegría. Aquellos que por escasos se hicieron tan intensos que, a veces, no recuerdo si en libertad alguna vez los disfrutamos tanto.
Han sido más de 1000 días preso injustamente pero, como dice tu papá: "tu fortaleza, Leopoldo, cual muro, impide la desesperanza". pic.twitter.com/hZd89P9zwL
— Lilian Tintori (@liliantintori) November 28, 2016
Aquella Navidad del 2014, o esa vista desde el valle desde el Santiago León de Caracas bañado por las luces de los fuegos artificiales. Aquellos nietos embelesados con tus explicaciones y tus cuentos e historias.
Me ilusionó mucho ver aquél día a aquél padre cariñoso.
Quiero, junto con mi bendición, enviarte una sincera felicitacion por la definida y clara posición que tomaste ante el engañoso diálogo que, tan claramente, intentaron venderte como salida los tentadores extranjeros. Cual demonios, se propusieron quebrar tu voluntad, como Lucifer tentó al Bautista en el desierto.
Recordamos aquellas visitas, las únicas permitidas por la dictadura y sus sátrapas en tu prisión de Ramo Verde. Cuando te ofrecieron agua porque creyeron que te morías de sed y pan para que no fallecieras de hambre. Y no se dieron cuenta de que sí: que tienes mucha sed y mucha hambre, pero es sed de justicia y hambre de pueblo.
Ese día te agigantaste.
Que Dios te bendiga. Y, como decía tu abuelo, que te ilumine».
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