La Comisión Europea decidirá este miércoles si la Unión Europea concede la liberación de visados a Turquía para que los ciudadanos turcos puedan viajar libremente por Europa. Esta petición va acompañada de varios requisitos de seguridad, respecto a los Derechos Humanos y los controles de inmigración que Turquía deberá cumplir, según informa European Politics.
Portavoces de la Comisión han aplaudido esta medida como un paso «importante» hacia la liberalización de visados y han lanzado mensajes claros de que «no es imposible que hoy acepten hacer esta concesión a los turcos».
El vicepresidente del Ejecutivo europeo, Frans Timmermans ha asegurado en el Parlamento Europeo «que por razones de seguridad y en las circunstancias actuales preferimos a los turcos sin visado pero con pasaporte electrónico que con visado pero con documentos de papel como hasta ahora». Aún así, Timmermans ha explicado que le eximirá de visados «siempre y cuando las autoridades turcas cumplan con las medidas necesarias para cubrir los criterios de la Unión Europea».
La legislación europea establece un total de 72 requisitos para aceptar la entrada sin visado de los ciudadanos de un país determinado. Entre ellos, la existencia de un pasaporte electrónico, es decir, infalsificable y con información digital sobre la identidad de su portador. También se exigen determinados cambios en la legislación antiterrorista y otras reformas legales. Por ahora, según la Comisión Europea, Turquía ha cumplido 62 de las 72 condiciones.
A cambio de agilizar el fin de los visados, la Comisión exige que las autoridades turcas establezcan más medidas para frenar el paso irregular de refugiados al bloque comunitario.
Los ciudadanos de la Unión Europea tampoco necesitarán visado para entrar en Turquía desde el momento en que el bloque comunitario levante este requerimiento a los ciudadanos turcos, según una ley publicada este martes en el Boletín Oficial del Estado.
Varios eurodiputados rechazan el acuerdo
Sin embargo, no todos los comisionados europeos aprueban las negociaciones con Turquía, como es el caso de popular francés, Alain Lamassour quién ha asegurado que es «un chantaje que Europa no debería admitir» y advierte de que el centro-derecha francés votará en contra de la ratificación. Lamassour ha opinado que «es consciente de que Europa necesita a Turquía para en la gestión de la crisis de los refugiados, pero eso se debe a su propia incapacidad de haber diseñado una política común de inmigración» y ha afirmado que la seguridad es mucho más importante, «sabemos que los que han cometido atentados en Europa han pasado por Turquía, tiene una frontera muy permeable con Siria».
Se calcula que en Turquía actualmente no hay más de un 10% de la poblacion que tenga pasaporte, y el Gobierno turco ha reconocido que aún no sabe cuándo podrá empezar a expedir pasaportes electrónicos. Philippe Lamberts, diputado ecologista belga opina que «políticamente, para Erdogan sería su mayor triunfo político y demostraría ante sus ciudadanos que ha puesto a Europa de rodillas».
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