El Ayuntamiento de Madrid, gobernado por Manuela Carmena, está preparando una exposición en recuerdo de los madrileños que, durante 16 días de noviembre de 1936, lucharon contra las tropas sublevadas al mando del general Francisco Franco, contra el Gobierno republicano.
La muestra, titulada «No pasarán. 16 días. Madrid 1936», se centra en los graves episodios violentos que sucedieron aquellas jornadas bélicas para enfatizar según el consistorio, «la dignidad, la igualdad y la libertad» con la que lucharon contra las tropas franquistas, según ha informado ABC.
El consistorio explicó en rueda de prensa que «hombres y mujeres de todas las edades se enfrentaron a los franquistas. A ellos se les unieron combatientes llegados de toda España y brigadistas internacionales. Juntos hicieron posible lo impensable. Tras 16 días de duros combates, el pueblo ganó la batalla, consiguiendo la primera gran victoria contra el fascismo».
Carmena y su equipo pasan por alto los otros «graves episodios violentos» que se produjeron durante aquellas semanas en la capital
Sin embargo, Carmena y su equipo pasan por alto los otros «graves episodios violentos» que se produjeron durante aquellas semanas en la capital, en este caso desde la represión republicana.
Según ha podido saber ABC, solo un 2,08% del total de la exposición está dedicada a una sección denominada «La otra Madrid», en la que se presupone que están narradas las sacas de presos de las cárceles madrileñas por parte de las autoridades republicanas. Concretamente 3,45 metros cuadrados de los 166,38 que ocupa la cartelería de la muestra, que se prevé inaugurar en abril en la Casa de la Panadería de la Plaza Mayor.
La izquierda también mató
Los historiadores señalan que el día 7 de noviembre, en el que se inicia la cronología de los 16 días que recorre esta exposición, comenzaron las sacas de presos de las cárceles madrileñas, que duraron hasta el 4 de diciembre de 1936.
En total, se registraron 33 procesos que acabaron en una veintena de crueles matanzas en Paracuellos y Torrejón de Ardoz. Las cárceles de Porlier, Modelo, San Antón y Ventas registraron aquellos días el reguero de salidas de religiosos, empresarios, políticos –sobre todo falangistas– y aristócratas que fueron conducidos a fusilamientos masivos.
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