Tras el fracaso de la política del hijo único ahora pretenden combatir el envejecimiento poblacional 'por las buenas'; sino, será 'por las malas'
Tras el fracaso de la política del hijo único ahora pretenden combatir el envejecimiento poblacional 'por las buenas'; sino, será 'por las malas'

El Partido Comunista de China ha decidido otorgar permiso para que las parejas chinas tengan tres hijos.

La decisión, tomada por el líder comunista Xi Jinping y otros líderes de alto rango del Comité de Dirección del Politburó del Partido, marca un cambio impresionante con respecto a la política anterior de férreas restricciones a la maternidad.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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También marca un giro de 180 grados con respecto a la desastrosa política de un solo hijo, que derivó en cientos de millones de abortos y esterilizaciones practicados de manera coercitiva. Es imposible dejar de notar el tremendo error que cometieron por décadas al adoptar los dogmas del control poblacional.

Hoy, debido a esta política, el país más poblado del mundo alcanzó el punto más bajo de tasa de natalidad en toda su historia. El ahora extinto programa de control de la población, que comenzó en 1980, puso a la población de China en una trayectoria de envejecimiento sin parangón en la historia humana.

«Para responder activamente al envejecimiento de la población», informó bruscamente el lunes la agencia de noticias estatal Xinhua, «a una pareja se le permite tener tres hijos».

Actualmente, la tasa oficial de fecundidad de China es de 1,3 hijos por mujer, muy por debajo de los 2,1 necesarios para mantener la población actual, pero probablemente estas cifras sean aún más bajas en realidad.

En 2015, China comenzó a alentar de manera vacilante el aumento de los nacimientos, cuando abandonó su política de un solo hijo, pero en los años transcurridos desde entonces la tasa de natalidad ha seguido disminuyendo.

La Oficina Nacional de Estadística de China informa que en 2020 nacieron solamente 12 millones de bebés en ese país. No solo son 2,65 millones menos que los nacidos en 2019, sino que es el menor número de bebés nacidos en China desde la gran hambruna de 1961, cuando 42,5 millones de personas murieron de hambre.

Más ataúdes que cunas

Hoy llenan más ataúdes que cunas. Y cada año está tendencia se acentúa. El Partido Comunista Chino está desesperado por conseguir más trabajadores y soldados. El líder del Partido Xi Jinping ahora está presionando a la gente para que tenga más hijos porque consideran que la población es un factor de poder para su nación.

China está literalmente muriendo debido al letal control de la población que ejercieron por décadas.

Eliminar las restricciones sobre el número de niños que una pareja puede tener es sólo el primer paso. Pero si el pueblo chino «voluntariamente» decide no tener más hijos, el Partido Comunista Chino comenzará una escalada de sobornos, amenazas y castigos para asegurarse de que así sea. El embarazo forzado llegará a ser una política en China antes de lo que pueda imaginarse.

Pero también existen testimonios de los propios chinos que validan mis afirmaciones.

Como Jennifer Zeng ha señalado, los funcionarios de menor nivel del Partido han estado sugiriendo desde hace algún tiempo que el Partido debe tomar medidas severas para resolver el problema del envejecimiento de la población china. Por supuesto, sin hacer la menor referencia a que fue el propio Partido Comunista Chino con su brutal política de un solo hijo, el que causó el problema.

En 2018, por ejemplo, el destacado profesor chino Nie Shengzhe escribió que «sólo el fuerte liderazgo del Partido puede resolver este problema… de un catastrófico descenso poblacional».

Sus propuestas, algunas de las cuales la dirección del Partido seguramente adoptará en los próximos años, incluyen:

  • Los cuadros del partido deben tomar la iniciativa de tener dos, tres o cuatro hijos, y dar prioridad en la promoción de cuadros del partido a aquellos que tengan más hijos.
  • El Comité Central del Partido debería establecer un control estricto sobre la venta de preservativos y anticonceptivos y prohibir que los hospitales practiquen abortos.
  • El departamento de propaganda del Partido debería propagar vigorosamente las ideas de que «más niños traen muchas bendiciones” y que “uno es demasiado poco, dos no es suficiente, tres es bueno, cuatro es mucho mejor”.
  • Los miembros del Partido en edad reproductiva que usen anticonceptivos deben ser castigados.

Aunque el profesor Nie se apoya en los datos demográficos y económicos que contradicen las tesis antinatalistas, su lógica dista mucho de ser provida. Evidentemente, es una aplicación utilitaria. Para Nie este tipo de programa de cría selectiva por parte del Partido Comunista Chino pagará beneficios políticos. Escribe: «Cuantos más niños tengan los miembros del Partido, más dominará el Gen Rojo en la población, mayor será la calidad política de la población… y las menos dificultades políticas que encontraremos».

Sin embargo, siendo realistas, los 94 millones de miembros del Partido Comunista de China no podrán, por sí solos, evitar el desplome demográfico de China. Aunque dediquen mucho esfuerzo a esta gesta reproductiva, simplemente son muy pocos para revertir la debacle.

El tipo de medidas que el Prof. Nie menciona arriba -prohibir la anticoncepción, la esterilización y el aborto y castigar a quienes violan estas prohibiciones- tendrán que imponerse a toda la población para evitar el desastre demográfico.

Como afirmé líneas más arriba, el embarazo forzado llegará a China antes de lo que pueda imaginarse.

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