El periodista y columnista de ABC Hermann Tertsch ha sido condenado a indemnizar al padre de Pablo Iglesias con 12.000 euros por «intromisión al honor» de la familia del líder de Podemos.
Tertsch publicó un artículo de opinión el 17 de febrero de 2016 titulado «El abuelo de Pablo» en el que aseguraba que Manuel Iglesias fue condenado a muerte por participar en sacas durante la Guerra Civil en Madrid.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEl columnista escribió lo siguiente: «El abuelo de Pablo Iglesias fue condenado a muerte por participar en sacas, es decir, en la caza de civiles inocentes desarmados en la retaguardia en Madrid. En concreto, por ser quien identificó y sacó de su casa para asesinarlos al marqués de San Fernando, Joaquín Dorado y Rodríguez de Campomanes, y a su cuñado, Pedro Ceballos. Eso fue el 7 de noviembre de 1936″.
Asimismo, Tertsch, hizo referencia al líder de Podemos al afirmar que «es preocupante la admiración sin reservas que muestra hacia aquel miliciano criminal un nieto suyo que puede pronto gobernar España».
El periodista ya ha anunciado que recurrirá la «injusta» sentencia y está dispuesto «a llegar a Estrasburgo» porque cree que la decisión judicial menoscaba «la libertad de opinión».
Paisano de Villafranca de los Barros
Tertsch cree que detrás de esta sentencia hay un intencionalidad clara de advertir de que hay determinados hechos históricos de los que no se puede hablar.
Tertsch: «Si esto sigue asi acabarán multándote por hablar de las matanzas de Paracuellos»
«Si esto sigue así acabarán multándote por hablar de las matanzas de Paracuellos», ha escrito en Twitter.
Un año y medio después de la publicación del artículo, un juzgado de Zamora ha condenado al columnista de ABC a indemnizar al padre del líder de Podemos con 12.000 euros por «intromisión al honor» de la familia Iglesias.
El punto clave de la sentencia es el que indica que el periodista escribió que el abuelo de Iglesias fue condenado a muerte por participar en la detención y muerte del Marqués de San Fernando, cuando en realidad fue condenado a muerte -pena conmutada a 30 años de cárcel de los que sólo cumplió cinco- por rebelión al haber pertenecido a un tribunal militar de la República.
Sin embargo, hay testigos que afirman que Manuel Iglesias participó en la saca del Marqués de San Fernando, a quien conocía por ser de su mismo pueblo, Villafranca de los Barros (Badajoz).
Según Gaceta.es varios testigos que participaron en el juicio a Manuel Iglesias le preguntaron sobre el marqués de San Fernando, a lo que contestó que «lo habían fusilado en la Pradera del Santo»
Así viene recogido en el proceso judicial al que Gaceta.es tuvo acceso a partir del libro “La represión franquista en Villafranca de los Barros (1936-1945)”, escrita al amparo de la Ley de Memoria Histórica por Francisco Espinosa.
En esta obra aparece que la condena a Manuel Iglesias por participar en una «rebelión militar» no se basa exclusivamente en su pertenencia al tribunal en el que ingresó en agosto de 1937, sino por sus andanzas antes de esa fecha.
‘El vinagre’, y el ‘ojo de perdiz’, camaradas de Iglesias
Reproducimos extractos del artículo publicado en Gaceta.es el 6 de febrero de 2015:
Como recoge la declaración de María Ceballos Zuñiga y Solís, Marquesa viuda de San Fernando, natural de la localidad de Villafranca de los Barros (Badajoz) igual que Manuel Iglesias, el abuelo de Pablo Iglesias estaba en la partida de milicianos que el 7 de noviembre de 1936 detuvo a su marido, Joaquín Dorado y Rodríguez de Campomanes, Marqués de San Fernando, y a su hermano, Pedro Ceballos.
Ambos fueron entregados a la checa de milicias situada en la calle Serrano 43 y fusilados en la Pradera de San Isidro.
Nada más salir de prisión, el abuelo de Pablo Iglesias fue ‘colocado’ en el Ministerio de Trabajo, en la división de Seguro Obligatorio de Enfermedad
Junto al abuelo de Pablo Iglesias estaban, según refieren varias de las declaraciones de implicados y testigos, Ángel Medel Larrea, Manuel Carreiro «el Chaparro», Jesús Yuste «el Cojo de los Molletes», Antonio Delgado «el Hornachego» y otros dos milicianos de los que solamente se conoce el apodo «el Vinagre» y «el Ojo de perdiz».
Asimismo, al día siguiente de la detención fueron varios los empleados y vecinos de la casa de la calle del Prado número 20 los que fueron a pedir explicaciones a Manuel Iglesias, al que conocían los marqueses por ser de la misma localidad.
Los testigos son claros en su declaración y explican que el abuelo del líder de Podemos les dijo que no le molestaran más, que lo «habían fusilado en la Pradera del Santo».
Nada más salir de prisión, fue ‘colocado’ en el Ministerio de Trabajo, en la división de Seguro Obligatorio de Enfermedad, donde desarrolló una carrera profesional que le permitió dar estudios universitarios a los seis hijos que tuvo.