El intento de censura por parte de unas científicas del CSIC con el apoyo del lobby LGTBI por el atrevimiento de una ‘disidentes’ a opinar con pruebas algo distinto al postulado oficial, ha levantado revuelo allá por dónde ha corrido la noticia.
Y la noticia le llegó al escritor Sánchez Saus, quién ha escrito una nota de agradecimiento a las mujeres que publicaron ese artículo científico tan denostado por algunos «anónimos». Por su interés reproducimos su artículo publicado en el Diario de Cádiz:
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahora«Este envío está destinado a algo antaño tenido por caballeroso y hoy quizá condenado como machista por algunos que, en cuanto se quedan solos con una mujer, les gusta dejar muy, muy clarito quién es el que manda ahí.
Quisiera salir en defensa, si se me permite, de un grupo de mujeres-filósofas, científicas, historiadoras y lingüistas- que han cometido el terrible delito de poner a debate el discurso de género sobre la mujer y su rol social. Y ello, además, en la revistaArbor, quizá la más importante de las que en España se editan sobre Ciencias Sociales, publicada por el CSIC.
El monográfico lleva el sugerente título de ¿Hay mujeres más allá del feminismo? De la lucha por la igualdad al transhumanismo/posthumanismo, y ha sido coordinado por María Caballero, catedrática de la Universidad de Sevilla. ¿Dónde está el problema, dirán ustedes, que le obliga a defender a nadie, pobre columnista? ¿Acaso no es ésa, poner en solfa los discursos oficiales, la labor del intelectual?
Un grupo de anónimos investigadores del CSIC que exige la retirada de la revista, propuesta a la que se sumaron feministas y el lobby LGTB
Si eso creen, es que conocen menos de lo que se figuran cómo está el patio y lo que en él se cuece. Fue salir la revista y montarse un más que mediano escándalo en las redes sociales a cargo de un grupo de anónimos investigadores del CSIC que exige nada menos que la retirada de la revista, propuesta a la que pronto se sumaron los previsibles mamporreros del feminismo radical y del lobby LGTB.
La acusación, unida a la descalificación más sectaria, es la tan vulgar y victimista de antifeminismo y homofobia, contra la que deberían venderse paraguas ya que, como la lluvia, a todos nos moja por acción u omisión, por pecado de pensamiento, palabra u obra.
Poco importa que Alfonso Carrascosa, director de Arbor, aclare en una nota editorial que en ese número «mujeres de alto nivel académico abordan aspectos del mundo femenino desde diversas disciplinas científicas, aportando un granito de arena más a la pluralidad del conocimiento científico sobre tema de tanto interés y actualidad, sobre el que tal vez todavía no se haya dicho la última palabra».
¿Granito de arena? ¿Pluralidad del conocimiento científico? ¿Que no está dicha la última palabra? Vayan ustedes con esas lindezas a quienes saben que pueden salirse siempre con la suya a través de la presión y la amenaza. Que encima sean precisamente mujeres quienes les desafían, aún les molesta más. A ellas, mi homenaje».
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Cruda realidad / La Inquisición feminista la toma con la ciencia https://t.co/pdUFNUIbMV pic.twitter.com/7r9kH95wGq
— Actuall (@actuallcom) 19 de septiembre de 2016