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Poco se ha hablado de la influencia de Cuba en Venezuela; pero es clave. Cuba ha ejercido un “padrinazgo” total de la revolución bolivariana desde el principio. Incluso antes. El 13 de diciembre de 1994 Chavez fue recibido por Fidel Castro casi como jefe de Estado tras salir de la cárcel por el fallido golpe de Estado del 4 de febrero de 1992. Era la apuesta estratégica del castrismo tras perder el oxigeno ruso en 1989 con la caída del muro de Berlín. 

Y no les salió mal. El 6 de diciembre de 1998 Chavez ganó con el 56%. Una semana después viajó a la Habana a dar el parte a quienes le habían apoyado desde 1997. Fruto del acuerdo Venezuela proporcionó 50.000 barriles de petróleo diarios que llegaron hasta los 105.000. Según algunos cálculos, cerca del 22% del PIB cubano. A cambio, Cuba ofreció médicos, maestros, entrenadores deportivos y asesores empresariales. En total, 46.000 cubanos incrustados en el sistema venezolano.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

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El coordinador cubano de los Comités de Defensa de Revolución (CDR), el instrumento de represión castrista en cada barrio, calculó en 30.000 los represores cubanos en suelo venezolano.

La relación es tan estrecha que hasta Chavez llegó a plantear la fusión de ambas naciones en referéndum. No se aprobó, pero los lazos se extendieron a las fuerzas armadas. En mayo de 2008 se firma un acuerdo por el que el ejército cubano se compromete a formar y entrenar al ejército venezolano y también a formar su sistema de inteligencia. Hasta el manual de operaciones especiales es un corta y pega del cubano.

La vinculación del castrismo con Venezuela no ha ido a menos sino a más. Maduro llega a verbalizar el 20 de enero de 2020 que el embajador de Cuba tienes las puertas abiertas en todos los ministerios. Una verbalización de la colonización cubana de la revolución bolivariana.

Parece evidente que Venezuela sigue diseñando el enroque antidemocrático de Maduro. El ejemplo más evidente es el nombramiento de la cubana Leticia Gómez como ministra de Turismo de Venezuela. Quizás para desarrollar en Venezuela el mismo vergonzante modelo turístico en el que el Estado se lucra de turistas europeos y americanos con la colaboración de las empresas turísticas y el trabajo semi esclavo de la población local.

Por eso la Asociación Española Cuba en Transición reclama que la Unión Europea suspenda el acuerdo de dialogo y cooperación con Cuba.

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