El Partido Popular no está en su mejor momento. Eso es lo que piensa el ‘Think Tank’ Floridablanca, liderado por Isabel Benjumea, que ve del todo necesario la regeneración política del partido y afirma que el Congreso Nacional del PP debe renovarse para poder asentar de manera más firme a la fuerza política mayoritaria de España.
Por su interés reproducimos el artículo de Red Floridablanca:
«Ante las condiciones en que ha sido convocado el próximo Congreso Nacional del Partido Popular, no nos queda más remedio que insistir en que la democracia interna es una cuestión de principios, no de conveniencia.
Definir la democracia como una “fuente de líos y problemas” es asumir que los afiliados son incapaces de tomar decisiones razonables y positivas para la organización de la que forman parte.
En la Conferencia Política del PP de julio de 2015, la Secretaria General del PP, María Dolores de Cospedal, afirmó que “a ellos [los militantes] nos debemos y ellos deben ser protagonistas activos de nuestro futuro. Todos los populares y cuando digo todos, digo todos, deberían poder participar de forma directa en elegir a nuestros presidentes provinciales, regionales y nacional, y con esta última elección, decidir simultáneamente que esa persona elegida sea también el candidato a la presidencia del Gobierno”.
¿En qué se ha traducido ese deber para con sus militantes de ser protagonistas del futuro del Partido Popular?
Quince personas más es toda la apertura a la democratización interna que admite la actual dirección nacional, frente a las demandas de la sociedad
Las reiteradas promesas de profundizar en la participación de los afiliados se han traducido en la ampliación del número de compromisarios electivos de 2.550 a 2.565, de acuerdo con el recién aprobado reglamento del 18º Congreso.
Quince personas más es toda la apertura a la democratización interna que admite la actual dirección nacional, frente a las demandas de la sociedad, asumidas con mejor o peor fortuna por casi todas las formaciones políticas de España y del resto de Europa, a favor de procesos democráticos con una amplia base electoral.
Cabe preguntarse, ¿qué renovación puede salir de un Congreso sin un censo de militantes cuya autenticidad esté verificada? ¿Era un imposible Un Congreso Abierto bajo la fórmula ‘un militante, un voto’?
Digámoslo abiertamente, ni el Congreso es participativo ni establece unas reglas que garanticen una verdadera igualdad de oportunidades. Ni es de ideas ni es abierto porque una parte de sus dirigentes (desde quienes pregonan que quieren un Congreso Abierto para su región -que no para toda España-, hasta quienes ven en el debate una anomalía de la política) han puesto en el silencio su mejor baza para contar con el apoyo del aparato ante los Congresos regionales y locales que vendrán después.
La agenda propia se ha impuesto sobre la agenda común del Partido Popular: su modernización.
Pero, por si no fuera suficiente con impedir que los militantes elijan su candidato por sufragio universal, libre, secreto y directo, los estatutos se están aplicando restrictivamente.
Después de cinco años sin debate ni definición ideológica, los planteamientos de este Congreso no responden a lo que el PP debe ofrecer a la sociedad española
A modo de ejemplo, se ha establecido que “el plazo de presentación de candidaturas queda abierto hasta las 14:00 horas del próximo 24 de noviembre”, es decir, de diez días; cuando los estatutos indican que “quienes sean candidatos a la Presidencia deberán presentar su candidatura ante la Comisión Organizadora correspondiente hasta 15 días después de la convocatoria del Congreso” (artículo 31. 2a).
Después de cinco años sin debate ni definición ideológica, los planteamientos de este Congreso no responden a lo que el PP debe ofrecer a la sociedad española. Debe ser un congreso de renovación, que asiente a la fuerza política mayoritaria en España sobre unos principios firmes y una auténtica voluntad reformista. El Partido Popular es la expresión política de millones de españoles, y como tal tiene que dar respuestas a esa sociedad que, casi siempre, cambia más rápido que la política.
Recordemos también que el funcionamiento democrático de los partidos políticos es una exigencia constitucional, no una opción a considerar por los líderes de cada momento. Art. 6 CE: Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos.
Este Congreso no puede construirse ficción sobre ficción
En Floridablanca hemos reclamado en más de una ocasión que el PP no puede quedarse atrás en la modernización, lo que incluye cambios profundos en su funcionamiento interno. Sin un modelo de organización más transparente y permeable a las inquietudes de su base social, el debate de ideas y los esfuerzos para construir un proyecto político renovado están condenados al fracaso.
Este Congreso no puede construirse ficción sobre ficción. Debemos conocer el censo real de afiliados, y sobre ellos, arbitrar los mecanismos de participación, abierta y libre, de todos los miembros del Partido Popular que, como se escucha sin cesar en todas las sedes, están privados de ejercer derechos políticos.
Si no es así, se tratará de una profunda frustración».
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