La detención ayer del del tesorero de CDC, Andreu Viloca, ha provocado la reacción de la CUP, que ve en ello una razón más para no investir a Artur Mas.
El diputado electo de la CUP Albert Botran ha afirmado que «siendo Mas el presidente de un partido que lleva esa mochila, puede perjudicar al proceso independentista de Cataluña». «La mochila que lleva CDC de corrupción y de casos de financiación ilegal no debe afectar al conjunto del independentismo. Hemos sido muy críticos y hemos ligado el hecho de que la Presidencia no recaiga en Mas a su bagaje histórico».
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraBotran considera que casos de presunta corrupción como éste pueden ser un obstáculo para el proceso, pero ha instando a las fuerzas independentistas a darle la vuelta al calcetín. «Impulsamos también un proceso independentista y de ruptura para poder hacer limpieza, para poder dejar atrás todas las malas prácticas y la corrupción enquistada en el sistema político», ha recordado.
Sin embargo, no ha querido pronunciarse sobre qué candidato debería liderar el proceso soberanista y ha recordado que ahora ese asunto «está sobre la mesa de JxSí», que la CUP ya ha explicitado que la Presidencia debería recaer sobre otra persona, y ha advertido de que a JxSí le conviene valorar quién podría ser.
Acelerar las negociaciones
Desde luego, no parece que esta detención sea casual. Y esa sensación la tiene la CUP, que a pesar de todo entiende que el no puede taparse la corrupción. «Es evidente que hay intencionalidad política en cuanto a los tiempos de los registros y detenciones. Es evidente que la hay en el momento en que se filtra antes del registro determinados medios para que haya imágenes. Pero esto no quita que detrás haya una denuncia con fundamentos bastantes verosímiles«, ha dicho.
Hay que recordar que la operación no parte de la Udef ni de una fiscalía, sino de la denuncia de una concejal en Torredembarra (Tarragona).
Uno de los puntos que aceleraría el proceso, según la CUP, sería dar un mensaje muy claro de posicionamiento rupturista con el Estado antes de las elecciones generales, porque ayudaría a evitar «los debates que se abrirán en la campaña sobre vías de diálogo que son vías muertas, y vías de negociación que lo único que quieren es desalentar la reivindicación democrática de ejercer el derecho a la autodeterminación».