El PP, encabezado por Pablo Casado, ha hecho un nuevo favor a la izquierda con una estrategia que media entre la torpeza y la estupidez, basada en imponer un cordón sanitario a Vox.
En la pasada legislatura, el PSOE, Podemos, el PP y Ciudadanos se repartieron los puestos de la Mesa del Congreso, dejando fuera a Vox, que había obtenido 24 escaños. En esta nueva legislatura, Vox tiene 52 escaños y Ciudadanos sólo 10, pero el PP pretendió que Vox le regalase a Cs uno de los dos puestos que le correspondía en la Mesa, a pesar de que el partido naranja tiene menos de la mitad de diputados que Vox cuando fue excluido de la Mesa hace unos meses.
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Suscríbete ahoraVox calificó la estrategia del PP como un «chantaje», y con razón, pues lo que pretendía el PP era someter al partido de Abascal a otro trágala más: o aceptaban el acuerdo propuesto por el PP, o quedarían fuera de la Mesa del Congreso. Dicho sea en resumidas cuentas: el PP amenazó a Vox con un cordón sanitario, y ante la negativa de Vox a dejarse chantajear, se decidió a imponerlo.
Vox ha entrado en la Mesa a pesar del cordón sanitario del PP
Lo que no esperaba el PP es que la jugada le saldría mal por una sorpresiva decisión del PSOE, que a última hora decidió no presentar dos candidatos a las vicepresidencias de la Mesa. Gracias a eso, Vox ha obtenido de forma inesperada la Vicepresidencia Cuarta de la Mesa, que queda en manos de Ignacio Gil Lázaro, que contó exclusivamente con los 52 votos de su partido.
Tanto en esta votación como en la elección de los secretarios, mientras el PSOE repartía sus votos entre sus candidatos y los de Podemos, el PP decidió repartir sus votos entre sus candidatos y los de Cs, a pesar de que estos últimos no tenían votos suficientes para conseguir el puesto. Gracias a esa torpe maniobra, el PP ha regalado a la izquierda un puesto más en la Mesa, que se lleva Podemos. En total, el PSOE tendrá tres puestos, Podemos otros tres, mientras que el PP tendrá dos y Vox uno, a pesar de que ambos partidos tienen más diputados que Podemos.
Vox acusa al PP de «traición» y Abascal advierte: «tomamos nota»
Santiago Abascal ha comentado lo ocurrido con estas palabras: «El PP ha preferido darle inútilmente sus votos a Cs, en vez de al candidato de VOX. Es el único responsable de que el comunismo y el separatismo tengan un sitio más en la Mesa. Tomamos nota».
A su vez, el portavoz del grupo parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, ha declarado: «En las elecciones, presentamos un solo candidato al Senado, cosa a la que el PP y Cs se negaron, regalando la mayoría a la izquierda. Anoche de repente el PP reveló las hipotecas que tenía con el 6º grupo y que se negaban a apoyar al 3º; hoy han preferido entregarse a Podemos«.
La cuenta oficial de Vox en Twitter ha publicado también su valoración de lo ocurrido: «No es un error de cálculo, es una traición. PP se ha unido al cordón sanitario y ha votado a Ciudadanos, sabiendo que no iba a salir, para dejar a VOX sin representación en la secretaría de la Mesa del Congreso».
El PP culpa a Vox de lo ocurrido por no haber cedido a su chantaje
A pesar de los hechos, Teodoro García Egea, del PP, ha culpado a Vox de lo ocurrido por no apoyar a Cs. Hay que recordar que en la pasada legislatura, Cs maniobró para que Vox, con 24 escaños, quedase fuera de la Mesa, y ahora el partido naranja pretendía entrar en la Mesa con sólo 10 escaños y a costa de Vox.
Así mismo, y basta con repasar las hemerotecas para comprobarlo, en junio Cs rechazó negociar con Vox para formar gobiernos locales y regionales, tratando a los de Abascal como si fuese unos apestados. Que viniesen ahora a reclamar a los de Abascal que les cediesen uno de sus puestos en la Mesa, como si Vox le debiese un favor, ha sido no sólo un inaceptable chantaje del PP, sino también un gesto de cara dura por parte de Cs, que parece no haber asumido aún su batacazo electoral del 10-N.
Vox debería empezar a hacer pagar al PP y a Cs por sus desplantes
En todo caso, lo ocurrido hoy deja claro que para hacer oposición a la izquierda ya no se puede contar ni con el PP ni con Cs. Ninguno de esos dos partidos está dispuesto a mostrar una pizca de sensatez y de modestia y a tratar a Vox con el respeto que se merece por haber conseguido 52 escaños en las últimas elecciones.
Los diputados de Vox se merecen un respeto, pues representan a 3,6 millones de españoles que les hemos votado. En vista de que ni el PP ni Cs parecen dispuestos a renunciar a su cordón sanitario, lo que espero es que de convocarse unas nuevas elecciones su prepotencia les pase factura.
Por otra parte, no estaría de más que Vox empiece a considerar la posibilidad de hacer pagar a PP y Cs en ayuntamientos y comunidades por sus constantes desplantes, empezando por bloquear presupuestos. A la veleta azul y a la veleta naranja no les puede salir gratis estar siempre maltratando a Vox.
* Publicado originalmente en Contando Estrelas.