La canción de cierre en cada sesión discotequera marca un estilo, una manera casi de entender la noche y el día, un carácter con el que cada sala se presenta a su público. El gran New York ha sido uno de esso himnos y sigue siéndolo.
Pero de tanto en tanto, también desde las cabinas de los pinchadiscos, se hacen alegatos en sintonía con la actualidad, alguna victoria deportiva, o la fiesta regional más puntera de esa fecha.
En este caso, la discoteca Pachá se sumó al fervor patriótico que inunda las calles y los corazones de toda España frente al desafío rupturista del nacionalismo catalán. Puesto en pie, el disck jockey, hizo sonar el himno nacional, corado por los presentes.
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