“¡Con Rivera, no!” gritaban cientos de militantes del PSOE (y de Podemos) en las elecciones del año pasado. “Pero con Bildu, sí”, pueden añadir esos mismos izquierdistas. Bildu no es ETA, nos aseguran todos los tertulianos progres y rojos, pero los etarras que han sido condenados por terrorismo piden el voto para ella.
¡Pobres derechistas españoles! Como buenos burgueses quieren digerir en paz y disfrutar de sus cada vez más devaluados bienes. Ante la marcha imparable de España hacia un futuro de desmembramiento, opresión y pobreza, la reacción de las Cucas y los Teodoros consiste en esperar que otros le hagan el trabajo.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEn las tertulias y las sobremesas de la derecha se escuchan estas frases: “¿Dónde están los socialistas decentes?”, “¿A qué esperan los patriotas del PSOE para dar un golpe en la mesa?”, “¿No puede Felipe González poner firmes a estos locos?”.
Los Teodoros y las Cucas pretenden que otros les hagan su trabajo: los socialistas honrados
El socialista decente, también llamado socialista honrado, socialista patriota y socialista moderado, es el unicornio de la fauna española. Se ha recuperado el lince y el lobo conquista nuevos territorios, pero el ‘socialas honestum’ se extinguió hace mucho tiempo… si alguna vez vivió.
Sánchez goza de la buena suerte de los déspotas… y del poder de sus protectores. Ha conseguido derrotar a todos sus enemigos. Primero, dentro del PSOE; y después, fuera de la secta. Pablo Casado e Inés Arrimadas están desesperados por que les llamen de La Moncloa. Los naranjas refunfuñan, pero siguen negociando los Presupuestos Generales con los ministros de Sánchez, que a la vez los negocian con Bildu. Y el PP clama que Sánchez es prisionero de Pablo Iglesias y por eso le propone al primero que rompa con el segundo, que los azules están dispuestos a ser los sustitutos de los morados.
El diputado Oskar Matute escribió lo siguiente: “Bildu no tiene intención alguna de gobernar España. Solo operamos en política ante cada escenario pensando en cómo debilitar y acabar con los ‘consensos’ del régimen del 78 y la libertad de Euskal Herría”. Es decir, el PSOE acepta pactar con un partido que pretende destruir la Constitución y destruir la unidad nacional… pero es de izquierdas y, además, imprescindible para tener la mayoría en el Congreso.
A los votantes socialistas no les importaría que Sánchez se convirtiese en virrey de unos invasores alienígenas
Los ‘barones’ socialistas se quejaron con la boca pequeña, pero Sánchez les llamó a Madrid y agacharon la cabeza ante el amo. A Vara, Page y Lambán les preocupa exclusivamente perder votos en sus regiones, pero les voy a tranqulizar. A los seis millones de votantes socialistas les da absolutamente igual que el PSOE negocie con Bildu. Tampoco les importaría que Sánchez se convirtiese en virrey de unos invasores alienígenas. Cualquier cosa antes de que vuelva a gobernar la ‘deresha’ y les quite las paguitas, les obligue a ir a misa y hasta les dé el paseo.
Tengo que deshacer los sueños de muchos ingenuos. Bildu es parte del régimen político, como lo fue antes ETA. Los etarras se atrevían a hacer aquello con lo que soñaba parte de la oposición antifranquista, como ha contado varias veces Pío Moa. Esa oposición, entre la que había gente que cobraba del régimen, celebró el asesinato del presidente del Gobierno Carrero Blanco (asesinado junto con dos padres de familia).
Luego, los terroristas se beneficiaron de varias amnistías y sirvieron de ‘coco’ para que los patéticos políticos de UCD aumentaran las competencias de las autonomías y reconocieran como intermediarios imprescindibles a los nacionalistas ‘moderados’.
El PP, que asegura hoy que Bildu es ETA, no instó su ilegalización durante el Gobierno de Rajoy
Ahora el Partido Popular asegura que Bildu es ETA. Pero Bildu se fundó a principios de 2011. A finales de ese año llegó al Gobierno Mariano Rajoy, con mayoría absoluta, y podía haber presentado en los tribunales la ilegalización de Bildu, pero no tuvo tiempo para hacerlo en sus siete años. Su ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, muy pío él, permitió recibimientos populares a etarras. Es todo teatro.
Otro tanto ocurre con la indignación del PP por la eliminación de la lengua española por parte de la ‘ley Celáa’. El PP aplica esa estrategia nacionalista en Galicia desde hace años, la aplicó en Baleares, Valencia y Navarra, y no hizo nada por impedirla en Cataluña. ¿A qué vienen, pues, esas protestas?
Quienes llaman “fascista” a Pitingo por protestar por el acuerdo entre el Gobierno y Bildu, aplauden el “valor” y los “sacrificios” (sic) de Arnaldo Otegui para conseguir que ETA declarase el auto el fuego. Para compensar el pacto con los asesinos racistas de cientos de españoles, el PSOE tiene que inventarse cien mil muertos tirados en zanjas y cargárselos a quien le replique.
Sánchez no está prisionero de Podemos ni de Bildu. Como dijo Rivera, es el jefe de la banda
José Luis Ábalos dice un día que “Bildu ha sido más responsable con los Presupuestos que el PP” y luego arremete contra Vox, que no tiene en sus filas a ningún condenado por asesinato, pero les puede quitar del machito. “Por primera vez tenemos 52 diputados de Vox orgullosos del franquismo. Miles de personas asesinadas, años de racionamiento, de hambre, de represión, de silencio, de dolor reivindican la obra de la dictadura sin complejos.” Desde luego, son desalmados.
Otro de los aliados de Sánchez en la moción de censura, la investidura y la aprobación de los estados de alarma es Esquerra Republicana (ERC). Su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, quiere dejar sin presupuesto para 2021 a la Casa del Rey, al Tribunal Constitucional, al Tribunal de Cuentas y al Ministerio de Defensa, porque la Corona es “corrupta”, los tribunales son “órganos represores” y no debe destinarse dinero a “tanques y balas”. Pero él seguirá cobrando de los españoles su peculiar 3%.
Entiéndanlo de una vez: el PSOE no está secuestrado por Podemos, Bildu, ERC y el PNV, Sánchez es el jefe de la banda. Como dijo, con pleno acierto, Rivera.