La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, y el secretario de Estado, Mike Pompeo, han anunciado que su país abandona el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidos.
Estados Unidos sólo ha formado parte de este organismo desde 2009 cuando lo decidió el presidente Barack Obama, aunque durante todo este tiempo las críticas de Estados Unidos han sido recurrentes.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraUno de los motivos que ha alegado Estados Unidos para abandonar el Consejo es el fracaso por no haber logrado que los países que llevan a cabo graves vulneraciones de los Derechos Humanos sean protegidos por el consejo o incluso formen parte de él. Un claro ejemplo que han citado desde la delegación americana es la República Democrática del Congo (RDC) que fue elegida como miembro el pasado año.
La Embajadora de @USUN Nikki Haley anuncia el retiro de EE.UU. del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. pic.twitter.com/qLJuE9Efwo
— USA en Español (@USAenEspanol) 19 de junio de 2018
«La RDC es ampliamente conocida por tener uno de los peores registros de derechos humanos en el mundo. Incluso cuando fue elegida para ser miembro, se descubrieron fosas comunes», ha afirmado.
Ante este tipo de casos, desde Estados Unidos han calificado de «hipócrita y egoísta» al Consejo y de proteger «a los violadores de los derechos humanos» y de ser «un pozo negro de parcialidad política».
«Cuando el llamado Consejo de Derechos Humanos no puede abordar los abusos masivos en Venezuela e Irán, y acoge a la RDC como nuevo miembro, deja de ser digno de su nombre»
«Cuando el llamado Consejo de Derechos Humanos no puede abordar los abusos masivos en Venezuela e Irán, y acoge a la RDC como nuevo miembro, deja de ser digno de su nombre», han subrayado.
«Ni siquiera celebró una reunión sobre las condiciones de Venezuela. ¿Por qué? Porque Venezuela es miembro del Consejo de Derechos Humanos, como lo es Cuba, como lo es China», han concluido.
Además de esta crítica, Estados Unidos se ha mostrado contrario a que Israel siempre sea visto con «un prejuicio histórico», y de ser un punto permanente en la agenda del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. A inicios de 2018, se aprobaron, por ejemplo, cinco resoluciones contra Israel, «más que el número aprobado contra Corea del Norte, Irán y Siria juntos».
En su crítica también han señalado a aquellos países que pese a compartir los mismo valores que Estados Unidos, no se atreven a posicionarse públicamente.