La Asamblea francesa ha aprobado este miércoles una ley que arrincona al enorme negocio de la prostitución. De este modo Francia sigue la estela de Alemania, que incluso va más allá y plantea penas de cárcel para los clientes.
Tras dos años de agrío debate en la Asamblea francesa finalmente el negocio de la prostitución quedará en jaque tras la nueva ley que se ha aprobado por 64 votos a favor y 12 en contra, con un Parlamento prácticamente vacío. Entre otras cosas, la normativa prevé sanciones de hasta 1.500 euros a los clientes, 3.750 euros si hay reincidencia
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraEsta medida ha sido planteada por el socialista François Hollande, que la llevaba en su programa electoral en 2012. A esta ley se han adherido también grupos feministas y otros que representan a las prostitutas.
El Senado, con mayoría conservadora, había vetado hasta en tres ocasiones el proyecto de ley impulsado por los socialistas. El argumento para intentar echarla atrás era la oposición a que se sancionase al cliente y no al que ejerce la prostitución, tal y como ocurrirá a partir de este momento.
El texto aprobado en Francia este miércoles se basa en tres pilares fundamentales. El primero se basa en sanciones a los clientes de la prostitución; el segundo punto plantea el reconocimiento de las prostitutas como víctimas; el tercero prevé planes de asistencia para reintegración de las prostitutas en la sociedad.
Los promotores de la ley consideran que se debe luchar contra la prostitución, a su juicio, una de las últimas formas de explotación de los seres humanos que se sigue dando en el mundo occidental. Con esta normativa de sanciones a los clientes, Francia se une a países con normativas similares como Suecia Islandia o Noruega.
Alemania establece hasta penas de cinco años de prisión
Más allá ha ido Alemania donde el Consejo de Ministros ha aprobado un proyecto de ley que llega a establecer penas de hasta cinco años de prisión para clientes que mantengan relaciones sexuales con prostitutas que no ejerzan libremente.
La norma, ante la que se han mostrado escépticos tanto sindicatos policiales como organizaciones de prostitutas, profesión que es legal en Alemania, se ha incluido en la transposición de una directiva comunitaria y tiene como objetivo final luchar contra las mafias que trafican con personas.
Según el proyecto, el cliente que denuncie un caso no será castigado y tampoco quien pueda demostrar que no sabía y no podía saber que la prostituta estaba siendo forzada a mantener relaciones sexuales a cambio de dinero. La pena para los proxenetas puede ser de hasta diez años de prisión.
«Tenemos que proteger mejor a las mujeres y los ninos frente a la trata de personas y la prostitución forzada», recalcó el ministro alemán de Justicia, Heiko Maas, para defender la necesidad de actuar «con todos los medios legales posibles».