El conteo a boca de urna da como ganadora en primera vuelta para la presidencia del Perú a la conservadora del partido Fuerza Popular Keiko Fujimori, hija del expresidente y muy cuestionado Alberto Fujimori, según las tres principales encuestadoras del país sudamericano.
Para las firma GFK, IPSOS y CPI, la exlegisladora Fujimori habría obtenido entre el 37% y el 39% de los votos. Sin embargo, este porcentaje no le es suficiente para ganar las elecciones en primera vuelta, por lo que tendría que enfrentarse con otro contendor el próximo 5 de junio.
Los sondeos iniciales dan un empate técnico entre el exministro de Economía Pedro Pablo Kuczynski y Verónika Mendoza, la candidata de izquierda. El primero habría obtenido entre el 19,7% y el 20,9% de los votos mientras que la segunda tendría entre el 18,8% y el 20,3%.
Los primeros resultados oficiales, ofrecidos por el ONPE se empezaron a dar a las 9 de la noche, hora local. Al cierre de esta edición, se habían contabilizado el 20% de los votos y los resultados confirmaban el predicho por las encuestadoras.
Para esta jornada electoral, el Perú habilitó 5.000 locales de votación y 77.000 mesas de sufragio para los poco más de 4.5 millones de electores hábiles. Sin embargo, quienes residen en el exterior empezaron a votar desde el sábado a las cuatro de la tarde.
El día transcurrió con calma y hubo una participación del 84,6% de los votantes. Los resultados electorales demuestran un fuerte respaldo al legado de Alberto Fujimori, quien sentó las bases del auge económico peruano y diezmó a la guerrilla Sendero Luminoso.
Sin embargo, también mostrarían un fuerte respaldo a la vida y a la familia por parte del electorado.
Fujimori ha defendido la vida y a la familia natural en diversas ocaciones. “Estoy a favor de la Unión Civil en lo que respecta al patrimonio mas no en la adopción de bebés”, dijo en su momento a medios. También dijo que es una “ferviente defensora de la vida” excepto cuando se trate de salvar la vida de la madre.
Postura similar sostiene Kuczynski, aunque cree que en el caso de violación el asunto es “diferente”. No así la postura de Mendoza, que se ha declarado abiertamente a favor del aborto y del matrimonio homosexual.
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