Irene Villa escribe este jueves en su columna en el diario La Razón sobre la comparecencia del terrorista Arnaldo Otegi en el parlamento europeo en el que llamó «refugiados» a los etarras huidos de la Justicia. «Respecto a las palabras de Otegi, como dice mi querida Raquel Martos, si no fuera tan triste, tan ruin y tan doloroso, sería el mejor chiste del día».
Villa, que perdió las piernas con 12 años por la bomba que ETA colocó en el coche de su madre (funcionaria de la Policía Nacional), espera que las palabras de Otegi no queden en balde. «Lo que esperamos es que esta ofensa, no sólo a las víctimas sino a todo el país, tenga consecuencias«.
En este artículo repasa además la actualidad política nacional marcada por la casi inevitable repetición de elecciones generales. La clase política no sale muy bien parada. «Ha primado el triunfo del egocentrismo, evidenciando un protagonismo que los electores no hemos dado a ningún líder. No han sabido mirar por una colectividad de ideas dispares», señala.
Asimismo, Villa sostiene que «la desilusión se ciñe de nuevo sobre la política, incapaz de resolver problemas, con partidos cada vez más antagónicos. Fue doloroso que algunos políticos dieran una imagen bochornosa, sacando a la luz a la injusta y vilmente un terrible pasado y abriendo heridas que juntos nos comprometimos a cerrar hace décadas».
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