A pesar de ser la única hija que tuvo José Millán-Astray, Peregrina asegura que ella siempre fue la pequeña, porque la hija mayor del general fue la Legión, dice entre risas. Algo más seria se pone con la más que posible retirada de la calle que su padre tiene en Madrid. «Me parece absurdo que quieran borrar la historia», declara a Actuall.
Pero ante esa afrenta no piensa quedarse de brazos cruzados, ni mucho menos. Para Peregrina sus 73 años, y algunos problemas de salud, no son un obstáculo para asistir a la manifestación que la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios ha convocado el 24 de septiembre en Madrid. «Iré incluso en silla de ruedas, pero iré».
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahora«Es un revanchismo absurdo, por mucho que traten de enterrar a mi padre, el cuerpo del ejército que él fundó, la Legión, sigue vigente. Mi padre ni siquiera intervino en el alzamiento porque ya estaba retirado y le pilló en Argentina. Además, le confieso una cosa, mi padre nunca quiso ninguna estatua o calle».
Tanto es así que Peregrina reproduce el tono jocoso con el que lo expresaba el propio general: «Nunca quiso un monumento porque decía que sólo servía para que le cagasen los pájaros ni tampoco le gustaba que su fotografía apareciera en los periódicos porque decía que sólo servía para que se limpiasen el culo».
Un profesor de Historia que no pide perdón
Cómo sería la alergia de Millán-Astray a los reconocimientos que hasta rechazó un título que le ofreció el Rey Alfonso XIII. Prefirió ser coronel honorario de la Legión. «Los legionarios le llamaba mi coronel y el Rey, ‘mi general’. Cuando murió quiso ser enterrado de una forma modesta», recuerda Peregrina.
No es la primera vez que Peregrina se las ve con las instituciones. En La Coruña hizo lo propio para defender la memoria de su padre cuando el ayuntamiento dio luz verde a la retirada de su estatua y al cambio de nombre de la plaza Millán-Astray.
«Además le quitaron los honores que le concedieron en 1923, mucho antes de la guerra, por haber sido el fundador de la Legión y haber nacido en La Coruña».
«Mi padre nunca firmó una sentencia de muerte, que se olviden de él, para mí lo importante es la Legión, que está viva y al servicio de España»
Esta oleada revanchista que sacude España y especialmente algunas de las ciudades en las que gobierno Podemos «no tiene ningún sentido» tantos años después, reflexiona. Y mucho menos con su padre, «que nunca firmó una sentencia de muerte». Lo que ella espera es que «se olviden mi padre, que lo importante no es él, sino la Legión, que está viva y a las órdenes de España».
A pesar de todo, Peregrina no tiene malas palabras para Podemos ni Manuela Carmena. «A mí no me importa quién esté, sólo espero que lo hagan bien y sin revanchismos. Que no se sometan a las órdenes de aquí y de allá, sino que lo hagan bien. Creo que hay algunas cosas que ni ella misma hace, sino la camarilla que la rodea».
Desgraciadamente del espíritu revisionista -por decirlo suavemente- no se libran ni las nuevas generaciones. La propia nieta de Peregrina fue víctima de un episodio desagradable.
Durante una clase de Historia en el colegio, el profesor dijo del fundador de la Legión que no servía más que para cortar cabezas. «Mi nieta, claro, se puso a llorar. El profesor le preguntó el motivo, y le dijo que porque se trataba de su bisabuelo. Pero el profesor ni pidió perdón ni nada».
Peregrina continúa el relato: «Unos días después buscando en internet encontré exactamente una cita exacta a la que pronunció el profesor. Si la gente joven tiene esos profesores, apaga y vámonos».
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