Nuevamente el día de hoy, 21 de enero, se realizarán acciones de pequeños grupos para bloquear la ciudad de Bogotá en línea con el autodenominado “paro nacional”, que se arrancó el 21 de noviembre de 2019, y que ha sido un fracaso en Colombia.
Sin embargo, las organizaciones de izquierda insisten en perjudicar a la ciudadanía que busca trabajar y seguir adelante con el desarrollo del país.
En esta ocasión no están convocando sindicatos ni centrales obreras, sino “organizaciones ciudadanas”, esto es grupúsculos de izquierda, que mediante el bloqueo de puntos estratégicos de la ciudad con no más de 100 personas , buscan poner en jaque a loa ciudad.
El pretexto ahora es mostrar el rechazo al asesinato de los líderes sociales, que en un numero importante es realizado por la guerrilla de la nueva FARC, el ELN y los carteles de la droga, además protestar por el llamado escándalo de las «chuzadas» (supuestas intercepciones telefónicas a líderes de izquierda que no están probadas), por la defensa de la vida (sin embargo están a favor del aborto) y por la garantía de condiciones laborales dignas.
Todo lo anterior es solo un pretexto para intentar acciones que puedan generar enfrentamientos, que a su vez generen el pretexto para aumentar las movilizaciones y desgasten o derriben al gobierno actual.
Se dice que el gran instigador detrás de todo esto es el actual senador, excandidato presidencial y exguerrillero del M19, Gustavo Petro, en busca de posicionar su candidatura y sirviendo a los intereses de venganza del dictador Venezolano Nicolás Maduro contra el presidente Duque por su papel protagónico en la alianza de gobiernos democráticos que buscan la salida de los Chavistas del poder en Venezuela.
Precisamente el día de ayer lunes 20 de enero, estuvo en Bogotá el Secretario de Estado de los EE. UU., Mike Pompeo, quien se reunió con el presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó y con el presidente Duque de Colombia, analizando la situación de la región y en especial de Venezuela.
Veremos que tanto logran con estas nuevas movilizaciones que ya no consiguen convocar a las centrales obreras sino solo a algunos grupos ultraizquierdistas.
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