El juzgado militar nº 21 de Sevilla ha decidido hacerse con el caso de Cerro Muriano e imputar al capitán Ignacio Zuñiga, al teniente Jaime Tato y al sargento Gustavo Álvarez Estupiñán. Lo hizo el pasado 17 de enero tras acceder a las diligencias de la policía judicial fechadas el 16 de enero y tras la inhibición de la justicia civil del pasado 14 de enero reclamada por la justicia militar desde el 29 de diciembre pasados. No obstante, la justicia militar reconoce que la inhibición civil no es firme porque las partes la han recurrido. ¿No debería de esperar a la firmeza para iniciar actuaciones?
Las diligencias de la policía judicial están fechadas el 16 de enero y relatan los hechos: que las maniobras comenzaron a las 5 de la mañana del 21 de diciembre pasado, que a las 13:00 plantearon cruzar el lago por un lugar que distaba 109 metros con el agua a 8 grados, que los primeros tuvieron que salir auxiliados y que aún así, se mantuvieron las maniobras que resultaron mortales. Los testimonios fueron de entumecimiento, no poder respirar, salir azules,…
Las diligencias también señalan que se dio orden de aligerar las mochilas para que sirvieran de flotador aún pesando 8 kilos. No se reviusó la estanqueidad de las mochilas y además, la del cabo Andújar pesaba 3 kilos y medio más por llevar una mina, supuestamente como castigo por haber efectuado defectuosamente unas maniobras anteriores.
El análisis de la policía judicial señala que los sistemas de seguridad establecidos para las maniobras fallaron porque la cuerda guía no era una línea de vida y al usarla se hundió sin ayudar al rescate. El capitán les advirtió que sólo la usaran en caso de vida o muerte. El personal estaba lejos del lugar de los hechos que se produjeron a unos 50 metros de ambas orillas, en mitad de los 109 metros de distancia. Tampoco había cañón de calor ni una zodiac como respaldo como hubo en anteriores maniobras. Y la unidad que podría haber rescatado era escasa.
El informe concluye además que el teniente sí revisó la estanqueidad de las moichilas, pero que el sargento Alvarez no dio marchas atrás tras el fracaso de los primeros que tuvieron que ser rescatados.
Aunque el informe afirma que se continuan practicando diligencias y actuaciones periciales, hay varios elementos que de momento permanecen en el aire y que son relevantes para determinar la responsabilidad de los mandos. Se afirma que hubo maniobras previas en el mismo lago -octubre de 2022 y junio de 2023- pero que se desconoce la longitud y profundidad. Es muy relevante. Porque no es lo mismo hacer pie que no hacerlo. Y no es lo mismom 109 metros que 20.
El informe también afirma desconocer qué se informó a los mandos. También es relevante. Porque si se informó del paso de 109 metros y 3 metros de profundidad sin las debidas medidas de seguridad, es obvio que el mando y el Ejercito deben de asumir responsabilidades.
La redacción del informe da la sensación de pretender orientar toda la responsabilidad sobre el capitán Zuñiga de quiene se afirma que tenía competencias para haber suspendido las maniobras y no lo hizo.En opinión de las asociaciones de tropa se trata de un intento de esconder responsabilidades, primero topando las responsabilidades de los mandos y después, desviando la jurisdicción a la vía militar, que en su opinión, es menos garantista.
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