EUROPA PRESS

Los ministros de Defensa de la OTAN discutirán este jueves en Bruselas «las implicaciones de la actividad militar rusa, incluidas sus actividades nucleares y lo que significa para la OTAN» y «cómo la Alianza debe adaptarse más a los crecientes desafíos en el sur» a la luz de la crisis en Siria, Irak y Libia, ha avanzado el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg.

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Los veintiocho aliados ya condenaron el lunes las violaciones del espacio aéreo turco por cazas rusos en el marco de su intervención militar en Siria y le exigieron que coordine sus ataques aéreos con la coalición internacional contra el Estado Islámico que lidera Estados Unidos para evitar «incidentes y accidentes» graves entre ambas partes en Siria y no ocultan su «preocupación» por el hecho de que sus ataques se están dirigiendo en su mayoría contra la oposición siria en apoyo del régimen de Bachar al Assad y no contra el Estado Islámico.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Ash Carter, ha descartado una cooperación militar entre Washington y Moscú en Siria, pero sí estarían dispuestos a llegar a un acuerdo para garantizar la seguridad de los pilotos de la coalición internacional. Washington ha planteado, por ejemplo, el respeto de una distancia de seguridad entre los aviones y el uso de canales comunes de radio para llamadas de alerta, como ocurre en la aviación civil.

EEUU ha insistido en el interés de los aliados de «evitar caer en un conflicto con Rusia» en Siria, ha explicado el embajador estadounidense ante la OTAN, Douglas Lute, que ha rechazado que vayan a compartir Inteligencia con Rusia sobre posiciones del Estados Islámico, como pide Moscú, porque ambas partes no comparten «objetivos comunes» a la luz del apoyo ruso al régimen de Damasco.

También ha dejado claro que los países de la OTAN están «preparados» para defender a Turquía en el caso de ser atacada «con medios defensivos» en base al artículo V del tratado aliado que garantizar la defensa colectiva en caso de ataque a un miembro.

A pesar de la preocupación de los aliados por el conflicto sirio y las implicaciones de las acciones rusas, no se esperan decisiones en la reunión de ministros de Defensa de la OTAN este jueves, según fuentes diplomáticas que aseguran que los aliados en ningún caso discuten una intervención militar de la OTAN en Siria.

Más fuerzas especiales en el Sur

Los veintiocho darán sus «directrices» el jueves de cara a aprobar «una estrategia» para proteger el flanco sur de la Alianza de las amenazas que emanan del norte de África y Oriente Próximo durante la cumbre de la OTAN en Varsovia en julio, según fuentes diplomáticas. Los ministros de Exteriores aliados harán sus aportaciones a la estrategia en diciembre.

Las autoridades militares aliadas ven necesario «revisar los planes de contingencia que tiene la OTAN respecto al flanco sur» para garantizar su protección y «estudiar si sería conveniente reforzar determinadas capacidades, tipo fuerzas anfibias, fuerzas especiales y de (ISR) inteligencia, vigilancia y reconocimiento», han explicado fuentes diplomáticas.

España, junto con otros aliados del Mediterráneo, ha circulado un documento en el que contempla «escenarios» en los que «la OTAN podría intervenir en el sur», incluido para contribuir a estabilizar la situación en Libia si las facciones llegan a un acuerdo o para dar inteligencia y apoyo secundario a la misión de la UE para combatir a las mafias que trafican con inmigrantes en el Mediterráneo.

El embajador estadounidense ante la OTAN ve «improbable» que el organismo euroatlántico de defensa intervenga contra el Estado Islámico a través de su nueva unidad de intervención rápida de muy alta disponibilidad o «punta de lanza» que España liderará en 2016 porque los aliados ya contribuyen a través de la coalición, pero sí ha considerado que «lo más probable» será desplegar fuerzas especiales, el componente marítimo y capacidades de Inteligencia «en el sur» en el futuro.

«No está diseñada únicamente para utilizarlo en el este, como algunos sospechan. También en el sur», ha defendido el alto diplomático estadounidense, en alusión a la nueva fuerza aliada, que será certificada en el mayor ejercicio de la OTAN en la última década que acogerán España, Italia y Portugal entre octubre y noviembre en el que participarán 36.000 militares de una treintena de países, 200 aviones y 60 buques.

La fuerza cuenta con una brigada terrestre de hasta 5.000 militares con sus componentes aéreo, marítimo y de fuerzas especiales y se integra dentro de la Fuerza de Intervención Rápida, cuyos efectivos totales los aliados han acordado duplicar, hasta los 40.000 en el marco del plan acordado por los aliados para mejorar su capacidad de respuesta a raíz de la intervención rusa en Ucrania.

Stoltenberg también ha dejado claro que tanto la «punta de lanza» como la Fuerza de Intervención Rápida «reforzada» de la OTAN «ya puede desplegarse en el sur rápidamente», aunque considerarán «otras capacidades necesarias para hacer frente a amenazas» del sur, admitiendo que trabajan en reforzar «las fuerzas navales» y las capacidades de «vigilancia».

Dos nuevos carteles en Hungría y Eslovaquia

Los ministros de Defensa aliados también discutirán cómo mantener el refuerzo militar en los países del este de la OTAN en 2016 para aumentar las garantías de seguridad frente a Rusia, según ha avanzado Lute.

También aprobarán poner en marcha otros dos cuarteles «pequeños» en Hungría y Eslovaquia para facilitar el despliegue de refuerzos en caso necesario tras los seis que ya se han abierto en los países del este -Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Bulgaria y Rumania- para aumentar sus garantías de seguridad, ha avanzado a su vez Stoltenberg.

Ataque a Kunduz

Los ministros de Defensa de la OTAN también discutirán los incidentes de seguridad en Kunduz después de que los talibán se hicieran con su control momentáneo la semana pasada y el calendario para el repliegue de la misión de asesoramiento de la OTAN en Afganistan a Kabul a la luz del agravamiento de la situación, aunque dejarán decisiones para más adelante.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, ya ha asegurado que el Pentágono «asumirá» la responsabilidad que la investigación determine en el bombardeo efectuado por las tropas norteamericanas sobre el hospital de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kunduz el pasado 3 de octubre, que se cobró la vida de 22 personas, 12 de ellos médicos de la ONG y diez pacientes, entre ellos tres menores.

Los veintiocho mantendrán por último una reunión con su homólogo georgiano, Tinatin Khidasheli, cuyo país aspira a entrar en la OTAN, si bien una mayoría de países aliados de momento rechaza que se invite a Georgia a entrar en el organismo de defensa euroatlántico.

Sí hay más consenso en cambio para invitar a Montenegro a entrar en la OTAN, una vez superadas las reservas de Estados Unidos, Alemania y Francia, aunque las decisiones sobre nuevos miembros no se tomarán hasta diciembre, cuando se reúnan los ministros de Exteriores.

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