La Policía paquistaní ha informado este miércoles de que ha presentado cargos por terrorismo y enviado a prisión a casi 500 seguidores del radical Mumtaz Qadri, ejecutado por el asesinato confeso de un político, que fueron detenidos el domingo en Rawalpindi, ciudad aledaña a Islamabad.
«Casi 500 activistas y líderes de partidos religiosos fueron arrestados el domingo de acuerdo con la Ley Antiterrorista. Tras su arresto fueron enviados a cuatro cárceles de la zona», ha dicho a Efe el portavoz de la Policía de Rawalpindi, Mohamed Kamran.
El portavoz indicó que los arrestados atacaron a la Policía con palos, destrozaron comercios y aterrorizaron a la poblacion.
Los hechos ocurrieron el domingo cuando miles de personas se congregaron ante la tumba de Qadri para realizar una ceremonia religiosa al cumplirse un mes de su ejecución por el asesinato confeso en 2011 del gobernador de la provincia oriental de Punjab, Salman Tasir.
El político fue asesinado por Qadri, su guardaespaldas, en una elitista zona de restaurantes en la capital por su oposición al extremismo religioso y su defensa de la cristiana Asia Bibi, condenada a muerte por blasfemia.
Tras enfrentarse a la Policía en Rawalpindi, los islamistas avanzaron hacía la colindante ciudad de Islamabad, donde superaron el cordón policial y acamparon frente al Parlamento, en la conocida como zona roja, un área de alta seguridad que acoge a las instituciones gubernamentales y las embajadas.
Al menos 1.400 manifestantes continúan concentrados ante el Parlamento, a pesar del ultimátum dado este martes por la noche por el ministro del Interior, Nisar Ali Khan, que advirtió de que la Policía los expulsaría por la fuerza si no abandonan el lugar. Mientras tanto, la Policía de la capital detuvo a otros 300 manifestantes.
A pesar de ello, los congregados siguen sin retirarse y exigen que Qadri sea declarado un mártir por el Estado, la ejecución de Asia Bibi y la imposición de la ley sharia (islámica) en el país, entre otras peticiones.
El Gobierno ha bloqueado la señal de telefonía celular en Islamabad, una medida habitual en situaciones de protesta o los viernes en el momento de las oraciones del mediodía, las más importantes de la semana.
Los concentrados pertenecen a la rama «barelvi», cercana al sufismo y asociada con un islam menos radical que la escuela islámica deobandi de los talibán, pero muy susceptible a los supuestos insultos al profeta y defensores de la ley antiblasfemia.
Esta controvertida y ambigua legislación antiblasfemia paquistaní castiga cualquier menosprecio contra los símbolos sagrados del islam, pero a menudo se aplica de forma arbitraria y solo por testimonios de terceros.
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