Uno de los nuevos campos de batalla para la agenda LGTBI y la corrección política son los himnos nacionales. España no tendrá ningún problema en ese sentido, como es obvio, pero otros países ya han comenzado a enfrentarse a polémicas o modificaciones.
En el segundo de los casos, encontramos el ejemplo de Canadá. En 2016 comenzó el nuevo intento de modificación del texto -ya se había intentado anteriormente en 12 ocasiones-, y recientemente el Senado ha aprobado la versión sin género del himno nacional. La frase en cuestión se refería a los «hijos», y ha pasado a convertirse en «nosotros», que es mucho más neutral.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraPero si pasáramos los himnos nacionales por ese correctódromo, nos encontraríamos con la polémica que rodeó al himno estadounidense. Una de las estrofas del The Star-Spangled Banner, cuya letra corresponde a un poema del siglo XIX, dice «ningún refugio salvará a los mercenarios y esclavos del terror de la huida o la oscuridad de la tumba». Mucha gente ha interpretado esa frase como una celebración por la muerte de los esclavos negros que lucharon con las tropas inglesas durante la Guerra de la Independencia y por lo tanto la ha calificado de racista.
Los himnos de Francia, Italia o Portugal hacen referencia a los padres, abuelos, hermanos, guerreros, olvidando a la mujer, por lo que la pluma puede actuar el cualquier momento
Si analizamos la letra de otros himnos nacionales, muchos de ellos deberían realizar cambios para amoldarse al nuevo lenguaje inclusivo, neutro, políticamente correcto, más feministas que machista…
En Portugal, su himno, A Portuguesa, habla en una de sus estrofas de que «se siente la voz de tus egregios abuelos», olvidando cualquier mención a las abuelas que también merecen un recuerdo.
La Marsellesa tiene continuas alusiones que se considerarían machistas actualmente o al menos exclusivas. Se habla de «los hijos de la patria», llama a las armas a «los ciudadanos» y relega a la casa a las ciudadanas. Por eso mismo, dice el himno, ¿dejaremos «que esas falanges mercenarias venzan a nuestros valientes guerreros?», y se olvida de la Libertad que dirigía al pueblo francés contra los opresores.
El Himno de Mameli, que es como se conoce al himno de Italia ya empieza mal. Su primera palabra es «hermanos de Italia». ¿Pero dónde han quedado las hermanas?. Y durante las siguientes estrofas mencionan al heteropatriarcado, olvidando a las mujeres y sólo nombrando a los hombres. Mamma mia!
Si hacemos referencia al belicismo, la mayoría de estos himnos serían políticamente incorrectos. Y mucho. Aunque no es el himno nacional, pero sí un himno de una comunidad autónoma, Els Segadors, es recordado por su «¡Buen golpe de hoz!» repetido en varias ocasiones. También el himno de Polonia hace referencia a los sables, y habla de que «el alemán y el moscovita no descansará», en alusión a las luchas contra esas naciones.