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Liberan a la periodista española secuestrada en Colombia: “Soy una imprudente y una idiota”

La periodista de El Mundo desaparecida en Colombia, Salud Hernández-Mora

«La gente pensará que soy una imprudente y una idiota. Y seguramente tienen razón, soy una imprudente y una idiota», ha añadido, antes de explicar que fue cuando al despedirse de un amigo cuando apareció una motocicleta y la persona que conducía le dijo: «Súbase».

«No había nadie en la calle, así que me subí», ha explicado. Desde el inicio, tras retirarle el teléfono móvil y sus equipos, varias personas la trasladaron de un lugar a otro, siempre en zona selvática, y le advirtieron de que no debía salir de la zona porque «la estaban vigilando».

La periodista, colaboradora del diario español El Mundo, ha afirmado que si bien no le gustaría «estigmatizar» al pueblo de la zona en la que estuvo retenida, es importante el control que tienen las guerrillas. «Hay una estación de Policía que no sirve para nada, y no porque los agentes no sirvan, sino porque no pueden hacer nada: asoman la nariz y se la cortan porque hay francotiradores», ha relatado. «Su única misión es llegar a casa vivos», ha continuado, tal y como recoge Europa Press.

Continuando con la historia, la reportera ha explicado que una vez le dijeron que le devolvían sus pertenencias y que se podía ir, comenzó otro trayecto, cambiando de moto en el camino, hacia Filogringo, desde donde iba a tomar un autobús para regresar al lugar de donde la habían llevado, Tibú.

«Yo seguía insistiendo en que quería hacer mi trabajo, quería hablar con un comandante para hacer la entrevista»

No obstante, ha explicado que, dado que uno de los guerrilleros le había indicado que buscaría a un comandante para que hablara con ella, no se iba a ir hasta conseguirlo. «Yo seguía insistiendo en que quería hacer mi trabajo, quería hablar con un comandante para hacer la entrevista», relata. Tras dos horas de espera, el comandante no apareció y Hernández-Mora se vio obligada a dormir en la localidad.

«Entonces llega el comandante, me coge el equipaje y el equipo y me dice ‘Aquí va a pasar usted unos días'», explica. En ese momento es cuando la periodista, explica, comienza a enfadarse.

«Me quedé con dos guerrilleros y les dije ‘Soy idiota, no sé por qué me fío de ustedes’. Estuve enfadada dos días. Cada noche me cambiaban de un sitio a otro, todo el tiempo en zona rural, selvática, o en claros de la selva o en casas abandonadas», ha afirmado.

Mientras los guerrilleros le decían que «esto no va a ser largo», la periodista les explicaba que era «una estupidez» lo que estaban haciendo. «Pero ellos decían que estaban en territorio de guerra, que era una zona complicada», añade.

«El lunes tuvimos que salir corriendo porque se oyeron helicópteros cerca y nos escondimos en un cocal»

La reportera ha añadido que no se enteró de que la estaban buscando hasta que un día escuchó la emisora del Ejército. «Empezamos a escuchar ‘Quien tenga información de Salud Hernández-Mora’, y lo decían varias veces», indica. «El lunes tuvimos que salir corriendo porque se oyeron helicópteros cerca y nos escondimos en un cocal. El martes ya vimos los aviones espía», cuenta.

Aunque ha asegurado no sentir miedo, sí ha indicado que sentía preocupación, tanto por sus amigos y familiares como por los «soldados y militares» que la estaban buscando. «No quería que les pasara nada por mí».

Asimismo, ha indicado que entre algunos de los guerrilleros que la habían retenido se encontraban menores de edad, al menos dos de 16 y 17 años, con fusiles.

Hernández-Mora ha recordado que lleva 16 años trabajando en ‘País Libre’, una asociación que lucha contra los secuestros, y que precisamente por eso su retención de cinco días para ella «no fue nada». «Admiraba a los que estuvieron secuestrados durante años, y que resistieron», ha indicado.

En el marco de su liberación, la periodista ha agradecido a la Defensoría del Pueblo de Ocaña, que ha sido «esencial» en su salida, y también a todas las autoridades que han participado en las operaciones.

«Y todos debemos ser secuestrados de primero», ha afirmado, en referencia a los secuestrados que no salen en la prensa, en particular, al de Henry Pérez, un líder que desapareció el 26 de enero y sobre quien estaba investigando cuando desapareció. «Nadie le parabola», ha criticado, antes de que la llamada telefónica con Caracol llegar a su fin a causa de las pérdidas de cobertura.

Por su parte, el presidente del Senado, Luis Fernando Velasco, ha afirmado que si finalmente el ELN decidió soltar a Hernández-Mora y al resto de periodistas «escuchando los pedidos del país», este proceso debería servir para «iniciar con más seriedad» una conversación «para terminar con la guerra». La periodista no ha querido concretar dónde se encontraba, y sólo ha afirmado que se encontraba «yendo por una carreterita de un lugar a otro».

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