El cofundador y exdirigente de Podemos, Juan Carlos Monedero, ha afirmado este lunes que las elecciones parlamentarias en Venezuela han sido «un batacazo enorme» para el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) del presidente, Nicolás Maduro, y ha pedido a la oposición que se siente a dialogar con el que sigue siendo el presidente «legítimo», de quien ha alabado su actitud al reconocer «inmediatamente» su derrota.
En un artículo titulado Peligros y oportunidades en Venezuela de su blog personal Comiendo Tierra, Monedero ha hecho su primera reflexión tras la derrota del Chavismo: «Si Venezuela es una dictadura ¿cómo es posible que haya ganado la oposición?».
En esta línea, el exdirigente de Podemos ha subrayado en su artículo que «los menos leales con la Constitución siempre han sido Leopoldo López y María Corina Machado, cuya actitud no ha sido seguida por Capriles, que siempre ha optado por la vía electoral».
Causas de la derrota
En cuanto al porqué de la derrota, el ex de Podemos asegura que la economía le pasó una gran factura a Maduro, una crisis económica además que no es culpa del presidente venezolano pues nació con la quiebra de Lehamnn Brothers en Estados Unidos. Un mensaje muy poco parecido al que usa en España, cuando no acepta esta situación como excusa de ningún tipo.
Compara la actuación de la oposición al escenario previo al golpe de Pinochet contra Allende en el Chile de 1973
Llama la atención su referencia al golpe de Estado de Chile, como si desde la oposición y la comunidad internacional fuesen a repetir lo acontecido aquél año, un mensaje muy parecido al que usaba el propio Maduro hace pocas semanas. «Hay escenarios en la pelea política venezolana que han recordado mucho el escenario previo a septiembre de 1973 que preparaba el golpe contra Salvador Allende«, escribe Monedero.
Dice que el PP tiene mucha influencia del Opus Dei en sus relaciones con Venezuela
Asimismo, Monedero se ha referido en su artículo a la actuación del Partido Popular, «con mucha influencia del Opus Dei en sus relaciones con Venezuela», y ha comparado la situación con «los orígenes de la derecha española».
Termina diciendo que es hora de que le derecha escuche a su pueblo y no a las multinacionales, cuando ni siquiera han tomado posesión de su cargo: «Es un buen momento para ver si, por fin, la derecha venezolana está dispuesta a apostar por su país».
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