nuñez feijoo y rajoy
El presidente de la Junta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo y el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy / Actuall

Es probable que a Mariano Rajoy le pitaran levemente los oídos en la noche del domingo tras conocer la nueva victoria por mayoría absoluta -la tercera consecutiva- de Núñez Feijóo en Galicia. El delfín gallego deslizó un recado a la Moncloa que pasó increíblemente desapercibido: «En Galicia no habrá bloqueos, ni líneas rojas, ni vetos, ni parálisis, Galicia no se va a parar».

El mensaje más o menos encriptado resultaba algo así como «aprende, Rajoy, que yo no tengo problemas para formar Gobierno». Y por mayoría absoluta, una reliquia del pasado, una antigualla que parecía sepultada para siempre desde la irrupción de Podemos y Ciudadanos. Una victoria en los tiempos del multipartidismo pero más propia de los años del bipartidismo.

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Así que a Rajoy no le queda más remedio que engullir la victoria gallega tomando nota de la célebre frase de Churchill sobre rivales y adversarios («en la bancada de enfrente están los adversarios, los enemigos están en la mía»). Por eso Feijóo aguarda su momento hasta saber si la marea azul lograda en Galicia se repetiría en unas hipotéticas terceras elecciones generales, la madre de todas las batallas.

Mientras tanto la atención la concita Núñez Feijóo, al que muchos ven como sustituto indiscutible -el cuándo es casi lo de menos- de Rajoy. Porque la pregunta que de verdad importa ahora es saber si el presidente de la Junta gallega ofrece algo distinto -en el terreno de las ideas- al líder del PP.

Aprobó una ley LGTB en 2014

Hace tiempo tratamos de responder a esta cuestión en Actuall al mostrar cuáles eran las distintas familias ideológicas en el Partido Popular. Y llegamos a la conclusión de que casi el 100% de las batallas en el seno del PP eran simples batallas por el poder y nunca por principios o ideas. Hay distintos grupos, pero las ideas son las mismas.

Por supuesto, Alberto Núñez Feijóo no es una rara avis en el actual PP. En lo ideológico, el delfín gallego sería intercambiable por cualquier otra figura del partido, ya sea Soraya, Cifuentes o Alfonso Alonso. Todos ellos saben que para llegar arriba las energías hay que emplearlas en la economía, prácticamente el único campo en el que el partido ofrece algo distinto al PSOE. El guión es el siguiente: gestión, tecnocracia y mucha Unión Europea.

En 2007 Núñez Feijóo se desmarcaba de la línea oficial del PP de Rajoy -que presentó un recurso de inconstitucionalidad contra el matrimonio gay ante el TC- apoyando esta cuestión

Cualquier otra cosa que sea discutir los postulados de la hegemonía progresista es condenarse al ostracismo. Nada de batallas ideológicas. Y si hay que dar alguna es en beneficio de la izquierda. En 2007 Núñez Feijóo se desmarcaba de la línea oficial del PP de Rajoy -que presentó un recurso de inconstitucionalidad contra el matrimonio gay ante el TC- apoyando esta cuestión en una entrevista en El País.

No es, desde luego, ningún secreto el apoyo de Núñez Feijóo a los postulados de la ideología de género. En 2014 aprobó -con el apoyo de PSOE y BNG- una ley que define la familia como «matrimonios del mismo o distinto sexo». Además dicha norma contempla que la sanidad pública financie las operaciones de cambio de sexo y obliga a incluir en los distintos currículos contenidos de educación «afectiva y sexual» marcada por la ideología de género.

Partidario del aborto y la inmersión lingüística

Otro de los temas más controvertidos en el PP durante la última legislatura ha sido el de la ley del aborto. La reforma que Rajoy llevó en el programa electoral con el que ganó por mayoría absoluta en 2011 no fue finalmente llevada a cabo. Y eso abrió -pequeñas- grietas en el PP. Hasta 10 diputados pidieron al presidente que cumpliera la promesa de derogar la Ley Aído.

Tal osadía -pedir el cumplimiento del programa electoral- fue castigada por Rajoy con la purga de los «diez diputados provida» de las listas. La mayoría de los barones no se pronunciaron al respecto, pero los que sí lo hicieron se decantaron, claro, por la postura oficialista.

«Yo cambiaría el texto; no me gustaría que hubiera personas que cruzasen una frontera para hacer actos que en mi país no se admiten», dijo sobre la reforma del aborto de Gallardón

Fue el caso de Núñez Feijóo, que no dejó dudas al respecto cuando señaló que habría que mejorar el texto de la ley del aborto y que no le gustaría «que hubiera personas que cruzasen una frontera para hacer actos que en mi país no se admiten».

Por último, tampoco puede decirse que Núñez Feijóo mantenga una postura firme en la defensa de la unidad de España en las comunidades con otro idioma oficial. Uno de los caballos de batalla del nacionalismo, la inmersión lingüística, está firmemente implantado en Galicia… por el PP.

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Licenciado en periodismo por la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Tomó la alternativa en Intereconomía -semanario Alba, La Gaceta, Los Últimos de Filipinas, Dando Caña, 12 Hombres sin vergüenza- de la mano de Gonzalo Altozano y Kiko Méndez-Monasterio, de los que aprendió incluso algo de periodismo. Más tarde escribió para los digitales La Información y Periodista Digital. Viajó a Irak antes que a Roma, le apasionan la Historia y la tauromaquia. Nazareno de Sevilla.