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Paraguay vuelve a apostar por un presidente provida y profamilia

Mario Abdo y Silvana López en Asunción

Mario Abdo y su esposa Silvana López saludan a seguidores del Partido Colorado durante la noche electoral, en Asunción.– Fotografía: Andrés Cristaldo / EFE

Paraguay ha querido continuar con su estela provida y profamilia y en las últimas elecciones generales ha salido ganador en las mismas Mario Abdo Benítez, candidato del Partido Colorado, el partido conservador, al lograr el 46,46% de los votos, frente al liberal y líder opositor Efraín Alegre, de Alianza Ganar.

De esta manera Abdo continuará la labor de su antecesor Horacio Cartes, también del Partido Colorado y seguirá la línea que ha llevado a Paraguay a ser considerado el país más provida y profamilia de Iberoamérica.

En las elecciones de los 10 candidatos que se presentaron, por lo menos seis habían afirmado abiertamente defender la vida y el cuidado de la vida y la familia, si bien las circunstancias que rodean a los candidatos difieren. En ese sentido, el candidato liberal, pese a haberse mostrado durante su tiempo como senador como defensor de la vida, creó unas alianzas con partidos de izquierdas que en un momento dado podían aplicar una agenda más progresista.

Durante la campaña varios de los candidatos presidenciales, incluido el liberal Efraín Alegre, firmaron un compromiso público en favor de valores que son fundamentales para el país

Durante la campaña además, varios de ellos, incluido el liberal Efraín Alegre, firmaron un compromiso público en favor de valores que son fundamentales para el país. En ese documento se comprometían promover y defender el derecho a la vida desde la concepción, la familia como institución natural y base de la sociedad, las libertades fundamentales, las clausuras pétreas de la Constitución paraguaya en caso de una reforma, y la eliminación de la perspectiva ideológica de género de los programas de gobierno y las políticas públicas, especialmente en la educación.

Como siempre en estos casos, lo importante es que una vez los candidatos obtienen el respaldo popular, ahora cumplan con los compromisos que ellos mismos han adquirido, de manera que la defensa de la vida, la familia y las libertades se respeten y se defiendan.

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