La Cadena SER ha fichado a Pablo Iglesias Turrión como tertuliano. No es el fichaje por el que aspirábamos muchos, que estamos en un sin vivir con la camiseta que vestirá Kylian Mbappé. El anterior líder de Podemos animará las noches del lunes de quienes escuchamos la SER. Compartirá micrófono con Aimar Bretos, que para eso es el nuevo director del programa Hoy por hoy; un espacio de información y debate creado hace ya décadas por Manuel Martín Ferrand. También le acompañarán otras dos lumbreras de la política nacional, como son Carmen Calvo y José Manuel García Margallo.
Tengo una posición ambivalente, como se dice ahora, al respecto de que se fiche a políticos como tertulianos de actualidad. La Cadena SER, precisamente, ya lo hizo hace muchos años con Santiago Carrillo, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Pere Portabella, que sustituyó a Ernest Lluch, asesinado por la banda terrorista ETA. Iglesias, Margallo y Calvo son una muestra de hasta qué punto se ha degradado la profesión de político en España.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.
Suscríbete ahoraAquélla reunión en La Ventana se llamaba Tertulia de sabios. Huno una Tertulia de políticos, con nombres de otro fuste: Juan Fernando López Aguilar, Ignasi Guardáns, Vicente Martínez Pujalte… Hoy, incluso estos nombres parecen tener algo de lustre en comparación con la nueva hornada. Es una mezcla entre las cuatro edades de Ovidio, y el Four seasons in one day de Crowded House: una decadencia acelerada, vertiginosa, atroz.
No es la del político la única profesión que ha perdido brillo, ¡aunque sea el brillo de las balas! Le ocurre también a los periodistas. Como muchos de ellos ejercen de correveidiles de políticos, es normal que la SER opte por el ventrílocuo, y no por el muñeco. Por último, no hay que confundir a una empresa de comunicación, con una empresa periodística. Pues, ¿por qué, si no, iba a fichar la SER a dos ex vicepresidentes del Gobierno?