![turistas Dos turistas en el aeropuerto de Palma de Mallorca. /EFE](https://i0.wp.com/www.actuall.com/wp-content/uploads/2020/07/turistas.jpg?resize=696%2C392&ssl=1)
En ciudades como Barcelona y Palma estos últimos años han aparecido pancartas y pegatinas que proclamaban mensajes contradictorios: Turists, go home [turistas, id a casa] y Refugees, welcome [refugiados, bienvenidos]. En el casco viejo de Bilbao, los mismos que piden la expulsión de los guardias civiles y de los vascos no nacionalistas tienen en sus balcones telas con la frase Errefuxiatuak, ongi etorrik [refugiados, bienvenidos]
Pues el covid-19 está haciendo que se cumplan ambos deseos, enunciados en muchas ocasiones por las mismas personas que unos días pinchaban ruedas de autobuses turísticos y otros exigían el desmantelamiento de nuestras fronteras. Que vengan sólo los que nosotros queremos; el resto es purria, aunque vengan a darnos su dinero.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraPor un lado, los Gobiernos europeos, esos aliados nuestros, declaran cuarentenas para quienes regresen de España y desaconsejan viajar a nuestro país. Por otro lado, estos días llegan inmigrantes ilegales por docenas a Andalucía y Murcia, algunos de ellos ya contagiados. La culpa de los rebrotes no es de estos individuos ni de las ONG que los pasean por el país, sino de los jóvenes que van a un parque o una playa.
Tenemos en el gobierno, por el voto de millones de españoles, ministros que detestan nuestra principal industria
El turismo es “nuestro petróleo”, como calificó el economista Juan Velarde; aporta por encima del 10% del PIB. Pero hay muchos talibanes dispuestos a eliminarlo o a eliminar cualquier otra fuente de empleo y riqueza.
Ya ocurrió en Canarias, una de las regiones con más desempleo de España, que un sector muy amplio de la población, encabezado por los partidos nacionalistas e izquierdistas, protestó contra las prospecciones en busca de petróleo con todo el argumentario de que vemos en las series de televisión: multinacionales explotadoras, contaminación, ballenas asustadas…
Esos canarios –entre ellos algunos residentes extranjeros que reciben su pensión de otros países- preferían vivir de paneles solares y chiringuitos donde sacar los cuartos a los visitantes. Otros, de mirada más larga, sobre todo políticos, no quieren industrias que den empleos con mejores salarios, para seguir teniendo una población dependiente. La misma historia que ocurrió en el profundo Sur de Estados Unidos, donde los caciques del Partido Demócrata rechazaban nuevas industrias para mantener a los negros en la miseria y alejar a los inmigrantes.
El desastre de este Gobierno es tal que no podemos explicarlo sólo por su inutilidad, sino también por su maldad
Cuando Sánchez regresó de la cumbre europea, sus ministros le dedicaron unos aplausos tan espontáneos como espontánea fue la grabación y difusión de la recepción. Un vídeo que sólo gusta a los fanáticos, pero de los que hay varios millones. “Salimos más fuertes”, repitió el aparato de propaganda.
Y los datos demuestran que, en realidad, salimos destrozados. Según la EPA del segundo trimestre, el paro subió en 55.000 personas, hasta el 15,3% de la población activa, y se destruyeron más de un millón de empleos. Añádese a lo anterior que más de 150.000 trabajadores en los ERTES siguen sin cobrarlos.
De este desastre no se salva ni la región vasca, donde pesa más el sector industrial y el concierto económico implica más fondos propios y más autonomía para gastarlos: entre abril y junio el empleo cayó casi un 20%, el doble de lo que había previsto el Gobierno local y el PIB se derrumbó un 20%.
¿Y cómo reacciona el Gobierno? Con su incompetencia y prepotencia de costumbre. Lo vemos con sólo dos declaraciones.
La ministra comunista Yolanda Díaz aseguró la semana pasada que: “Hemos dejado atrás la anomalía española, aquella que transforma las crisis en destrucción masiva de empleo. Nuestra respuesta ha sido otra: velar por la salud de las personas trabajadoras y por sus empleos”. Al menos los gallegos no han votado al partido de esta señora en las elecciones pasadas. Me consuelo pensando que no hay tantos tontos como podemos pensar…
La izquierda pretende sustituir el turismo, los automóviles y la agricultura con paneles solares e informes de género
El profeta del culto simoniaco, Fernando Simón, se alegró de la decisión de Londres que hunde el turismo: “Que Reino Unido exija cuarentena nos favorece. Es un riesgo que nos quitan”. Mejor que no vengan los ricos que lo ponen todo perdido y luego hablan mal de nosotros. Pobres, pero dignos, debe de pensar el que confesó que no aconsejó en febrero y marzo el uso de mascarillas porque no las había.
Parecería que hubiese un plan para llenar los huecos de los turistas europeos con inmigrantes africanos, aunque no tengo claro que con éstos se vayan a pagar los sueldos y las cotizaciones de la miríada de empresarios y de trabajadores que viven del sector turístico y de la fabricación de automóviles.
Sánchez anuncia que nos vamos a convertir en una potencia en igualdad de género y emergencia climática. El dinero que nos presta (ojo, que no nos regala) la UE lo invertirán el PSOE y Unidas Podemos en transición digital y ecológica; en cohesión social y territorial (o sea, más fondos para la Generalidad subversiva); y en igualdad de género. Para los experimentos sociales y los amiguitos sí hay dinerito. Para rebajar los impuestos a las empresas y los autónomos ahogados, no.
La verdad, sí hay un plan, pero para empobrecernos y degradarnos a siervos que viven de las monedas que les arrojan los amos. Nos gobierna gente que no ha trabajado en su vida, que vive de contactos, de sueldos públicos, de subvenciones, de enchufes… Buenos sólo para obedecer las órdenes que les dan desde fuera.