
El RD 933/2021 es el llamado ‘Gran Hermano’ turístico. Exige 42 datos a las personas que quieran alojarse en los hoteles, pensiones o Airbnb en España. Entre ellos, el teléfono, el email y la cuenta bancaria. ¡¡¡Para qué quieren toda esa información!!!
Argumentan que es para la seguridad de los viajeros. ¡La máxima seguridad es el cementerio!
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahoraNo todo vale con el argumento de la seguridad. Restringir las libertades debe de estar justificado y no lo está. Violar los datos personales debe de estar justificado. Y tampoco lo está. Aunque el gobierno ‘vende’ que su ‘Gran hermano’ cuenta con el visto bueno de la Agencia de Protección de Datos, lo cierto es que la Agencia es bastante crítica con el polémico RD.
En concreto, la AEPD reclama una “adecuada adecuación del impacto de protección de datos” al alegado interés de Seguridad. Es decir, que no termina de ver que por la seguridad sea necesario semejante avasallamiento.
Además, la Agencia duda de que haya base legal para que se pueda compartir estos datos de manera automática con el Defensor del Pueblo o con las bases de datos de la lucha antiterrorista.
Conclusión: de ‘bendición’ nada de nada. Más bien crítica. Y severa. Puedes ver el informe emitido hace ya dos años por la AEPD aquí.
Contrario a la jurisprudencia
Pero es que además, el polémico RD es contrario a la legislación comunitaria que consagra el principio de “minimización”. Así lo señalaron las sentencias C-293/12 y C-594/12 de 8 de abril de 2014 y las sentencias C-203/15 y C-698/15 de 21 de diciembre de 2016. En dichas sentencias se afirma que el tratamiento masivo e indiscriminado es contrario a los art. 7 y 8 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE.
¿Cuál ha sido la respuesta ante este ‘Gran Hermano’?
- HazteOir ha lanzado una campaña online
- Iustitia Europa ha presentado demanda ante la Audiencia Nacional
- El sector turístico se plantea recurrir ante Luxemburgo y el PP apoyaría
- El gobierno ha abierto una fase de consulta pública en la que poder expresar el rechazo
Es evidente que se trata de un atropello totalitario. Pedir el teléfono, el email y la cuenta bancaria de todo el que viaje es asumir un poder inquietante. Sobre todo en manos de un gobierno que desprecia la división de poderes, la libertad de prensa, el respeto al adversario político. En definitiva, un gobierno con preocupantes tintes totalitarios. ¿Y le vamos a permitir que acceda a toda nuestra intimidad?