El catedrático Rafael Puyol
El catedrático Rafael Puyol

España tiene un problema de natalidad desde hace años, pero este asunto no despierta mucha inquietud en la sociedad. Hasta ahora ni siquiera los políticos prestaban atención a la tasa de natalidad que en la actualidad se sitúa en 1,3 hijos por mujer, aunque parece que esta tendencia empieza a cambiar.

El problema es grave, en especial porque las soluciones conllevan tiempo y aunque los políticos empiecen a tratar el tema no ocurre igual con las medidas. Por eso Actuall ha hablado con el doctor en Geografía, antiguo rector de la universidad Complutense y actual director del Observatorio de Demografía y Diversidad Generacional, Rafael Puyol.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.

Suscríbete ahora

Él mismo nos confirma que se empieza a romper el cascarón para el debate público de esta situación. «Cada vez más políticos empiezan a preocuparse. No toman medidas, pero airean que lo conocen», reconoce el señor Puyol que da casi por terminada la creencia mundial de mediados del siglo XX sobre la sobrepoblación mundial.

Pero vayamos al presente. ¿Cómo es el crecimiento demográfico en Occidente en el siglo XXI? El señor Puyol indica que «a escala internacional ya no tenemos el crecimiento demográfico que teníamos, aunque todavía tenemos crecimiento (en España) de 1,3.

Puyol: «La inmigración supone el 85% del crecimiento de la población europea, esto hay que compaginarlo con el crecimiento interno»

¿Y es esto un problema tan grave? ¿Cómo se podría solucionar?

El director del Observatorio de Demografía y Diversidad Generacional nos da varias pistas para comprender el alcance del problema, sobre todo si la situación se mantiene.

En la actualidad, «la inmigración supone el 85% del crecimiento de la población europea. La inmigración tiene que mantenerse pero no se puede crecer solo a base de inmigración exterior. Hay que compaginar la inmigración con un crecimiento interno, equilibrar las dos variables».

Y es que, como recuerda Puyol a Actuall, Naciones Unidas señala que en 2050 todas las tasas de natalidad se igualarán por abajo y en el único lugar donde se mantendrán en dos hijos por mujer o más será en África.

«Para países con índices por debajo de 2 hay una publicación que prevé la desaparición del país, por ejemplo Japón lo haría en el año tres mil y pico. Queda mucho, pero lo que deberían hacer muchos países en no caer tanto, por lo menos mantenerse en índices de 1,6 o 1,7 hijos por mujer», señala el señor Puyol.

«España sin inmigración podría perder la mitad de la población de aquí a mitad de siglo»

Porque cuanta más baja en la tasa de natalidad más difícil es recuperarse ya que cada vez habrá menos mujeres en edad fértil.

«Crecer por la vía de de una mejor natalidad sería beneficioso. Dentro de Europa no es lo mismo Suecia, con 1,7, que España. En esos países hay políticas de han ayudado a aumentar la natalidad. Hay que tener en cuenta que España sin inmigración podría perder la mitad de la población de aquí a mitad de siglo», alerta este demógrafo.

¿Y por qué no sube? Una de las explicaciones -hay varios factores- es la economía, ya que como indica el catedrático hay una diferencia entre los hijos que tienen los españoles y los que desearían tener. «Hay ahí algo de margen para subir», reconoce, «pero nunca llegaríamos a la tasa de renovación de 2,1».

El problema de las pensiones

A medio y largo plazo la clave es la tasa de natalidad, pero en el corto plazo el mayor problema que se deriva de esta situación se encuentra en la edad de jubilación y las pensiones.

«Lo que se está produciendo es un desequilibrio muy fuerte entre población activa y dependiente. Ese número va a disminuir año a año y para el 2031 se perderán más de 3 millones de trabajadores potenciales y aumentará el número de pensionistas».

¿Y esto que quiere decir? ¿Son inviables las pensiones?

«Por el puro sistema de reparto desde el punto demográfico -el sistema actual- es imposible la viabilidad. Existen paliativos demográficos, como incorporar al mercado de trabajo a más mujeres, inmigrantes o senior. Otras solución podría ser compaginar el sistema de reparto actual con algunos sistemas de capitalización», resumen el señor Puyol.

«Yo establecería en los 70 la edad de jubilación, pero no sería la última vez que se elevase la edad media, que seguramente llegue a los 75 en el futuro»

¿Pero cuáles son los efectos inevitables de esta tendencia?

Lo que es seguro es que se tendría que elevar la edad de jubilación, apunta, y se tendría que hacer «de manera paulatina, según aumente la esperanza de vida». Pero vamos a las cifras, ¿cuánto tendrá que aumentar la edad de jubilación?

«Algunos cifran la vejez – la edad de jubilación- 15 años antes de la media de esperanza de vida». (Por ejemplo, si la esperanza de vida fuesen 100 años, jubilarse a los 85). «Yo lo establecería en los 70 (para antes de 2027), pero no sería la última vez que se elevase la edad media, hará falta volver a aumentarla más en el futuro, hasta los 75».

Ante esta perspectiva no hay que asustarse, alega este catedrático, con esa edad todavía se puede ser muy productivo, trabajar media jornada, enseñar a los jóvenes… Toda una nueva vida para la ¿cuarta edad?

Comentarios

Comentarios