El reconocimiento de Palestina es un premio al terrorismo intolerante de Hamas.
El reconocimiento de Palestina es un premio al terrorismo intolerante de Hamas.

Durante los últimos días el Gobierno de España ha protagonizado dos momentos clave en relación a Palestina e Israel. El primero es la decisión anunciada por el Presidente Pedro Sánchez de que España reconocerá al Estado de Palestina de forma oficial, y el segundo es el vídeo protagonizado por la Ministra de Trabajo y Economía Social, además de Vicepresidenta Segunda del Gobierno, Yolanda Díaz. El vídeo acaba con la frase: “Palestina será libre desde el río hasta el mar”. Frase que puede parecer banal pero es todo lo contrario, lo peor y más ofensivo que podría haber hecho un miembro de un gobierno contra Israel y ahora veremos por qué.

El hecho de reconocer a Palestina como Estado no tiene nada de novedoso, casi toda África, Asia, Iberoamérica y algunos países de Europa del Este la reconocen como tal. Y ante esto nos tenemos que preguntar: ¿qué valor tiene esta declaración y quien la pide? y lo que es más importante: ¿lo aceptan el resto de países árabes del entorno? Los hechos históricos nos dicen, sin ningún atisbo de duda, que ninguno de los países vecinos que son Líbano, Siria, Jordania y Egipto lo han querido nunca. Lo más llamativo es que un país consolidado miembro de la Alianza Atlántica cometa un dislate de este tipo, ya que el coste en el crédito internacional será muy alto y sin saber cuando tiempo y esfuerzo nos costará recuperarlo.

Algunas personas creen que La Sexta da información.

Suscríbete a Actuall y así no caerás nunca en la tentación.

Suscríbete ahora

Palestina es una región, nunca ha sido un país, una región en la cual está encuadrado el actual Estado de Israel porque éste aceptó la resolución de Naciones Unidas del año 1947, mediante la cual se conformaba tanto Israel como Palestina. La comunidad judía lo celebró con euforia, ya que después de tantos siglos vagando por Europa, tenían un lugar donde echar raíces, pero los países árabes se negaron en banda a aceptar la creación del Estado judío. Los países árabes decidieron violar esta decisión y “barrer a los judíos hasta el mar” -entiendo que nuestra Vicepresidenta conocerá este dato-, según atestiguan los documentos de la época. De aquí que el comentario, hecho por la Vicepresidenta Díaz no haya podido ser más imprudente y malintencionado. El resultado de esta gravísima falta de diplomacia y cordura, ha sido el manifiesto de repulsa por parte de Israel.

Los árabes declararon la guerra al recién creado Estado de Israel, pero la fragmentación de éstos hizo que tuviesen que pactar un armisticio. El resultado fue la creación de fronteras arbitrarias y apareció la figura del “refugiado”. Ochocientos mil judíos fueron expulsados de los países árabes los cuales fueron acogidos por Israel. Los seiscientos mil refugiados árabes fueron encerrados en campamentos por sus supuestos hermanos árabes. No fueron integrados en los países árabes del entorno.

En 1967 se produce la Guerra de los Seis Días, el presidente de Egipto Gamal Abdel Naser firmó un pacto con Siria y manifestó que ansiaba convertir en realidad el sueño de “arrojar a los judíos al mar mediante la demolición de Israel”- supongo también que nuestra Vicepresidenta conocerá este hecho-. Su intención fue hacer una pinza en la que Egipto atacase desde el sur y Siria por el norte. Pero Israel fue más previsor e inteligente, se adelantó al ataque, la aviación israelí tomó la iniciativa y cambió el curso de la historia. Israel ganó la guerra. Aun habiendo ganado la guerra Israel propuso a la Liga Árabe devolver los territorios que había ocupado durante la contienda. Se convocó una reunión en Jartum para negociar esta iniciativa. La respuesta de la Liga Árabe, enfurecida por Naser, fue: “No a las negociaciones con Israel, No al reconocimiento con Israel, No a la paz con Israel” – espero y deseo que nuestra Vicepresidenta también esté al tanto de este suceso-.

Volviendo a la determinación de declarar el Estado de Palestina, ya hemos dejado claro que en la resolución de Naciones Unidas de noviembre de 1947 los países árabes no aceptaron crear el Estado de Palestina, sino que se dedicaron al intento de destruir el recién creado de Israel.

Años más tarde, en la reunión de Camp David del año 2000, se volvieron a ver las caras el líder palestino Yasser Arafat y el Primer ministro de Israel Ehud Barak. La Cumbre de Paz de Oriente Medio, que es como se denominó, estuvo presidida y moderada por el presidente de Estados Unidos Bill Clinton. La intención fue la de avanzar en la pronta creación de un Estado árabe-palestino. El desenlace de la Cumbre fue una inusitada repetición de los Tres Noes que ya se sentenciaron en Jartum. Arafat dinamitó el diálogo y volvió haciendo la uve de victoria.

Por lo tanto, Sr Sánchez, acabamos de demostrar como a lo largo de la Historia, en las ocasiones que se les han presentado, siempre han sido los árabes los que se han negado a aceptar la creación de un Estado de Palestina. Me veo en la necesidad de repetir que nunca ha existido un Estado árabe independiente en Palestina.

Un país miembro de la OTAN no puede tomar decisiones de este tipo de forma unilateral, la diplomacia, Sr Sánchez es cuestión de Estado, no de partido. Esto es un axioma esencial en política internacional. Entre otras cosas la región de Palestina está dirigida desde el año 2006 por uno de los grupos terroristas más siniestros y asesinos que existen en la actualidad: HAMAS; alentado y consentido por Irán. Hamas en su carta fundacional, en el preámbulo, dice lindezas como la que sigue:

“Israel existirá y continuará existiendo hasta que el islam lo destruya, tal y como destruyó a otros en el pasado”.

Y en su artículo siete dice:

“El Día del Juicio Final no llegará hasta que los musulmanes se enfrenten a los judíos y los maten a todos”.

¿Se da usted cuenta Sr Sánchez del conflicto internacional en el que nos va a meter? Y todo por el simple hecho de tomar una medida oportunista, que no va a beneficiar a nadie, ni siquiera al pueblo palestino. Este pueblo es el que lleva sufriendo los desmanes de los hermanos árabes desde hace más de medio siglo, y hoy en día lo sufre más que nunca gracias a los terroristas de Hamas.

Y con respecto a la tan empleada palabra “genocidio”. Me parece bastante rastrero el empleo del término de forma constante, simplemente para atacar al contrincante político. Genocidio según el diccionario de la Real Academia Española significa:

“Exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad”.

Lo natural cuando se comete un genocidio es que se produzca una pérdida sustancial en el número de la población, tal y como pasó con los provocados por Stalin en Ucrania entre 1932 y 1933 (Holodomor) y el de Pol Pot en Camboya entre 1975 y 1979. En el caso palestino, en concreto en la zona de Gaza, la población no ha parado de aumentar de forma considerable durante los últimos diez años.

España necesita tener relaciones fluidas con Israel, como lo ha tenido desde su creación. Dudo de si conocerá usted la figura del ilustre don Ángel Sanz Briz, diplomático español que durante la segunda Guerra mundial, y estando destinado en Budapest, logró salvar la vida de 5.200 judíos a través de la embajada española de esa ciudad. Sí, más que Oskar Schindler, célebre personaje por la película de Steven Spielberg, pero que aun con todo su mérito y humanidad, no llegó a las cotas humanitarias del señor Sanz Briz. La comunidad judía le llegó a poner el sobrenombre de “el Ángel de Budapest”.

Gracias a acciones como ésta las relaciones entre España e Israel han sido enriquecedoras de forma mutua durante la segunda mitad del siglo XX y lo que llevamos del XXI. Es un aliado fundamental en la entente formada por Estados Unidos-Israel-Unión Europea. Y aunque usted no lo crea, no nos lo podemos permitir; por el bien de la continuidad en las relaciones comerciales y diplomáticas entre ambos países y por la repercusión internacional que podría tener para los intereses de España.

José Carlos Sacristán, Colaborador de Enrizados

Comentarios

Comentarios