Si ser cristiano ya supone una lacra para triunfar en Hollywood, el coto demócrata por excelencia, apoyar públicamente al presidente Donald Trump es como cavar tu propia fosa en la industria cinematográfica más poderosa del planeta.
Y eso mismo es lo que denuncia el actor Stephen Baldwin, hermano de Alec Baldwin, en una entrevista en el Hollywood Reporter. Stephen abrazó al cristianismo hace 15 años, después del atentado del 11S contra las Torres Gemelas.
Algunas personas creen que La Sexta da información.
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Suscríbete ahora«Algunos productores me comentaron que cuando mi nombre llegó a sus despachos se negaron en rotundo a trabajar conmigo y dijeron: ‘no vamos a traer a ese tipo y su Biblia aquí», cuenta el actor de ‘Nacido el 4 de julio’ o ‘Sospechosos habituales’ entre otras películas.
Esta censura impuesta por la industria del cine le ha llevado a tener que buscar proyectos más modestos, aunque reconoce que está encantado con su último trabajo.
Y es que el hermano pequeño de los Baldwin se ha recorrido EEUU para hablar con sus habitantes sobre la salud de la república, la imagen del presidente y de su propia fe. La serie, «The Great American Pilgrimage» se estrena ahora en el país.
Autocensura
No es el único actor que denuncia esta situación. El actor Jim Caviezel acusó a Hollywood de lo mismo después de interpretar a Jesucristo en ‘La Pasión’ de Mel Gibson, y el propio director de la cinta también aseguró sufrir un boicot.
Hasta el momento, públicamente, todos los grandes actores y directores con libertad de expresión son demócratas excepto uno: Clint Eastwood
Pero los cristianos no son los únicos que sufren esta marginación, o al menos no es el único motivo, ya que el estigma de conservador también se castiga en la industria del cine. La mayoría de ellos nunca habla públicamente de sus ideas políticas, y si lo hacen, acaban denunciando todos lo mismo: el exilio.
Hace unos años salió en la prensa una supuesta lista de actores conservadores que habían formado un pequeño grupo para hablar libremente de política y todos ellos fueron señalados. Algunos de los nombres eran Bruce Willis o Sandra Bullock.
Hasta el momento, públicamente, todos los grandes actores y directores con libertad de expresión son demócratas excepto uno: Clint Eastwood.